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Después de vivir la Cuaresma y la Semana Santa, hemos llegado al tiempo de Resurrección que nos anima, a todos los bautizados y creyentes, a dar pasos para una nueva forma de vida en Jesús resucitado.

En este camino pastoral recorrido durante décadas en esta región, que comprende el Pacífico nariñense, conformado por 10 municipios, de los cuales la Diócesis de Tumaco acompaña a nueve:

Barbacoas, Magüí, Roberto Payán (Subregión del Telembí), El Charco, La Tola, Mosquera, Olaya Herrera (Subregión del Sanquianga), Francisco Pizarro, Tumaco (Subregión del Pacífico sur), hemos sido testigos de los profundos sufrimientos y de las inmensas capacidades de afrocolombianos, indígenas y mestizos para afrontar estos desafíos.

Este año tenemos un signo de esperanza en el Acuerdo de Paz logrado con la guerrilla de las FARC – EP, para avanzar en los cambios sociales y humanos que necesita este extenso territorio y en la desmovilización de 125 personas del Municipio de Tumaco. Por lo tanto, como dice el Papa Francisco, “Por favor, no tenemos derecho a permitirnos otro fracaso más en este camino de paz y reconciliación”.

Ante todo recomiendo que se hagan peticiones, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos, sin distinción de personas; por los reyes y todos los gobernantes, para que podamos llevar una vida tranquila y en paz, con toda piedad y dignidad.

1 Timoteo, 1-2

Esta esperanza en una región resucitada, nos conduce a mirar la realidad social que requiere ser transformada para los 367.600 habitantes, según la proyección del censo DANE 2005, en donde el 90 % es afrodescendiente ubicados en el 56 % del territorio de Nariño; 6 % indígenas, representados en los pueblos Awa y Eperara Siapidara, y 4 % mestizos.

El 78 % del territorio de los nueve municipios está titulado colectivamente a 51 Consejos Comunitarios y a 35 Resguardos indígenas constituidos legalmente y dos en proceso de constitución.

Aproximadamente 3.421 km2 no están incluidos en títulos colectivos; sin embargo, una parte es de propietarios de grandes monocultivos de palma aceitera, otra, de familias que por años han vivido en comunidades ubicadas en la vía Tumaco a Pasto y otra, son terrenos “baldíos” del Estado.

La pobreza afecta al 83.4 % de la población. En educación, en la zona del Telembí hay una cobertura educativa del 5.50 %; en la zona Sanquianga, 5.7% y en el Pacífico sur, 12.7 %. En calidad educativa, los municipios están 5 puntos por debajo de la media departamental, dificultando la continuidad de jóvenes en estudios superiores. En agua potable, los municipios presentan una cobertura por debajo del promedio departamental que está en 67.7 %. En el Telembí es del 18.67%, en el Sanquianga, 6.16 % y en el Pacífico sur, 35.1 %.

Los municipios en los cuales se presenta mayor dificultad para el acceso al agua potable son La Tola con una cobertura del 0%, Mosquera 0%, Roberto Payán 5 %, Magüí Payán 15 % y Charco 25 %. La baja calidad del agua que se consume se refleja en la mortalidad infantil por desnutrición y enfermedades conexas como la Enfermedad Diarreica Aguda y la Infección Respiratoria Aguda que supera casi por 10 puntos al promedio departamental (21.61%). En el Telembí se registra un promedio de 35.42 %, en el Sanquianga, 35.32 % y en el Pacífico sur, 31.82 %. Los municipios cuentan con empresas de salud del Estado para la prestación de servicios de primer nivel, pero encondiciones bastante precarias. En Tumaco está el Hospital San Andrés, único de segundo nivel en la región, con dificultades en dotación, suministro de medicamentos, retrasos hasta de ocho meses de salario a los trabajadores, entre otros problemas.

Hay escasas fuentes de trabajo y una gran parte de personas se dedican a actividades informales que generan bajos ingresos, mientras el costo de vida es alto. La mayor posibilidad económica se refleja en la pesca, el coco, el cacao y la madera, pero éstos son llevados a otras ciudades debido a que en la región no hay empresas para la transformación de los mismos. El transporte de estos productos es difícil por la ausencia de vías adecuadas o porque el medio de transporte fluvial o marítimo es costoso.

Desde hace cinco años, después de pasar un periodo bastante difícil con las fumigaciones, los cultivos de coca se han convertido en la mayor opción de trabajo, hasta llegar a más de 16.990 hectáreas, aproximadamente, más del 18 % del total nacional. Pero en las últimas semanas, también se ha convertido en el motivo de conflictos por la erradicación que se está desarrollando paralelo a la firma de cartas de intención, iniciada en febrero, con distintos sectores sociales para acogerse al Plan Nacional Integral de Sustitución (PNIS). Desde febrero se han presentado cuatro protestas de campesinos de Tumaco, Barbacoas y Magüí con bloqueos en las vías en donde se han presentado enfrentamientos entre campesinos y miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD), por lo menos cuatro campesinos heridos, dos miembros del ESMAD heridos y uno de ellos falleció posteriormente, alrededor de 12 campesinos capturados, 11 policías retenidos el 12 de abril por campesinos mientras erradicaban cultivos de coca en una zona del Consejo Comunitario Alto Mira y Frontera, quienes fueron entregados el 13 de abril, y 10 vehículos incinerados

Leer documento completo en: Comunicado N 1 abril 152017 Pastoral Social Tumaco