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Comunicados

No desfallecemos: la Paz somos nosotras y nosotros

By agosto 29, 2019noviembre 9th, 2024No Comments

Pacífico, 29 de agosto de 2019

 

No desfallecemos: la Paz somos nosotras y nosotros

 

Con inmenso dolor y preocupación los pueblos étnicos del Pacífico recibimos la noticia de que un grupo minoritario de exjefes guerrilleros han decidido volver a las armas. Iván Márquez, junto a varios mandos medios de las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) como Jesús Santrich, El Paisa o Romaña, han aparecido en un video, fusiles en mano, invitando a refundar la guerrilla más antigua de América. Como argumento han planteado los incumplimientos oficiales a lo pactado en La Habana, los asesinatos de líderes sociales y ex combatientes de la guerrilla, así como la grave crisis social que vive el país.

 

Es cierto que la paz tiene enemigos muy poderosos en sectores de la institucionalidad y la extrema derecha que no han descansado un solo día para hacer trizas las esperanzas de reconciliación, pero también es cierto que hay enemigos a la izquierda que por acción u omisión terminan alimentando el discurso del odio que tanto daño le ha hace a este país. Esta es una victoria de quienes desde ambos extremos se empeñan en atacar la frágil esperanza de paz y reconciliación de las comunidades. El Estado colombiano le incumple a su pueblo traicionando un acuerdo que era la esperanza para millones, pero también incumplen Iván Márquez y los disidentes que no escuchan el clamor de los ríos y las selvas: un grito que pide cesar la confrontación.

 

Desde el Pacífico colombiano, la Comisión Interétnica de la Verdad quiere recordar que nuestra región ha sufrido a causa del conflicto armado daños incalculables para los territorios y los pueblos étnicos. Desde finales de los años noventa las ciudades del Pacífico como Istmina, Buenaventura, Quibdó y Tumaco han registrado tasas de homicidio y desaparición forzada que están entre las más altas del país, y nuestras selvas se han llenado de minería ilegal, tala de madera, agroindustrias devastadoras o cultivos de coca, siempre de la mano de ese conflicto que algunos quieren perpetuar. Queremos recordar que la peor crisis humanitaria por desplazamientos masivos ocurrió en el norte del Chocó después de la Operación Génesis y que Bojayá es mucho más que un río y una iglesia en ruinas: es el símbolo de un etnocidio que destruyó las lógicas de vida de los pueblos afrocolombianos e indígenas. Es a eso a lo que nos quieren devolver los enemigos de la paz y de la vida, a un modelo de arrasamiento que atenta contra nuestra existencia como pueblos étnicos.

 

Fuimos las comunidades del Pacífico colombiano quienes votamos con abrumadoras mayorías para refrendar la voluntad de paz en un plebiscito, y ahora alzamos la voz de nuevo: la paz somos nosotras y nosotros, no desfalleceremos en nuestro empeño. Desde la Comisión Interétnica de la Verdad de la región Pacífico llamamos a rodear y a defender el acuerdo de paz de La Habana, y a continuar en la senda del diálogo con otros grupos como el Ejército de Liberación Nacional. Solo así podrá cerrarse este ciclo perverso de violencia y exclusión.

 

Comisión Interétnica de la Verdad de la Región Pacífico – CIVP

 

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