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Pacífico, 3 de diciembre de 2020

 

El Pacto por la vida y la paz visitó Telembí y dejó en evidencia las deficiencias en la implementación del Acuerdo de Paz en la subregión

 

Entre octubre, noviembre y diciembre el Pacto por la vida y la Paz ha visitado los territorios del Pacífico, invitando a las comunidades y a las organizaciones étnicoterritoriales a suscribirse y a realizar aportes desde sus propias realidades para contextualizar y aterrizar su contenido. El pasado 27 de noviembre, el turno fue para la subregión Telembí, que recibió el Pacto en Barbacoas, Nariño.

Durante los ejercicios que se realizaron en el marco del lanzamiento los participantes reflexionaron en torno a la implementación del Acuerdo de Paz, en la subregión de Telembí y concluyeron lo siguiente en relación a los 6 puntos que contiene el documento pactado en la Habana:

Punto 1: Se encontraron como fortalezas la realización de un diagnóstico sobre los PDETS y el hecho de que haya sido concertado con las comunidades. Sin embargo, no se ven avances hacia una reforma rural integral y las organizaciones consideran que la implementación de este punto por parte de los entes territoriales es débil, o casi nula.

Punto 2: En relación a la participación política en los territorios, las organizaciones de Barbacoas manifiestan que a pesar de que se reformó la participación política con la creación del partido Farc y se aumentó la incidencia política para los grupos de izquierda, el país sigue en deuda con la participación política y ciudadana de las víctimas. Se considera que la no aprobación de las curules para las víctimas del conflicto armado debilita directamente la participación de las comunidades y afecta los procesos territoriales de construcción de Paz, la reparación y la reconciliación en los territorios.

Punto 3: El estado no garantizó la dejación total de las armas y su ausencia en el territorio posibilitó la aparición de nuevos grupos armados que se han establecido y fortalecido en la subregión. En Telembí, el fuego aún no cesa.

Punto 4: Este es uno de los puntos más complejos en la Subregión Telembí, pues la implementación del PNIS no ha sido efectiva en este territorio en ningún momento de los 4 años desde la firma del Acuerdo de Paz. Además, de la falta de voluntad política del gobierno nacional para propiciar escenarios para la creación de los acuerdos colectivos con los campesinos y las comunidades étnicas, y la ausencia de una propuesta estatal de garantía de derechos para las comunidades; lo poco que se ha adelantado en relación a la sustitución de cultivos ilícitos y la transformación de las problemáticas que se asocian al tema, se centralizó en Tumaco y no ha llegado a los demás municipios del Pacífico nariñense, que siguen a la espera de que el gobierno fije su mirada en esta zona históricamente olvidada por el Estado y cumpla por fin con sus responsabilidades.

Punto 5: Se identifican como fortalezas la creación de la JEP y la Comisión de la Verdad, sin embargo, las comunidades aún no conocen esa verdad y consideran que esto les impide comprender a profundidad lo que realmente sucedió en el territorio y cómo este fue afectado por el conflicto armado. Así mismo, las organizaciones étnicoterritoriales y las comunidades ven como la principal debilidad en este punto, el compromiso del Estado con la búsqueda de los desaparecidos, pues en la subregión no ha tenido frutos considerables y los familiares de las víctimas siguen en espera de respuestas sobre el paradero de sus seres queridos.

Punto 6: Para las comunidades de Telembí la implementación del Acuerdo de Paz ocurre en otros territorios distintos al suyo, en los municipios de Telembí no hay implementación ni mucho menos seguimiento y verificación.

Este es el panorama general de la implementación del Acuerdo de Paz firmado en la Habana descrito por las organizaciones y las comunidades, en la subregión Telembí; que en varios puntos resulta ser cercano a lo que ocurre en las otras subregiones del Pacífico colombiano.

Estas realidades nos reafirman en el compromiso con El Pacto por la vida y la Paz, que esta vez fue firmado en Barbacoas, Nariño y que sigue haciendo un llamado urgente al gobierno nacional y a las entidades encargadas a que cumplan a cabalidad con lo pactado en los acuerdos ya firmados; y se suscriban a nuevos Pactos de convivencia que les traigan garantías de vida, acceso a derechos, vientos de esperanza y las alegrías constantes que las comunidades del Pacífico y de toda Colombia merecen.

 

Comisión Interétnica de la Verdad de la Región Pacífico – CIVP

 

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