ANTE PANDEMIA Y CRISIS HUMANITARIA
LLAMADO AL GOBIERNO NACIONAL Y A LOS ACTORES ARMADOS
DESDE EL PACÍFICO
Marzo 28 de 2020
“Nadie se salva solo”
En Colombia se han tomado medidas para enfrentar la pandemia que apenas empieza, pero ya vemos con preocupación los efectos de un sistema de salud que ha sido inexistente en muchas zonas periféricas como el Pacífico, la Amazonía, la Guajira, entre tantos otros, lo cual se ha profundizado en las últimas décadas por la política de privatización del sector salud.
Desde la Comisión Interétnica de la Verdad del Pacífico-CIVP- se hace un llamado de urgencia al Gobierno Nacional, para que informe públicamente y con prontitud, las medidas que ha tomado para la atención de las poblaciones del Pacífico en los establecimientos de salud pública de la región, los cuáles son paupérrimos, y cuya responsabilidad de abandono no puede recaer exclusivamente en los mandatarios locales.
Los pueblos indígenas y afrocolombianos habitantes del Pacífico hemos sufrido la muerte permanente de este abandono, manifestado por ejemplo, en el paludismo, que al día de hoy nos sigue arrebatando seres queridos, y en enfermedades de atención básica como una simple diarrea. No queremos ser los últimos, una vez más, en recibir la atención y preparación que se requiere para atender el Covid 19.
Para nadie es un secreto que la mayoría de las comunidades indígenas y afrocolombianas están a distancias muy grandes de los centros de salud, con trayectos de navegación de muchas horas y en bastantes casos de varios días.
Lo que se agudiza ante la inexistencia de hospitales en todo el litoral del Pacífico con elementos fundamentales como instrumentos e insumos para hacer las pruebas del Covid 19, y mucho menos con dotación de camas de UCI y elementos de protección para el personal de salud. Situación en la que se encuentran los centros urbanos de los 46 municipios que configuran este territorio: 30 en Chocó, 1 en Valle (Buenaventura), 3 en Cauca (Guapi, López de Micay y Timbiquí) 10 en Nariño (Tumaco y toda la costa ) y los 2 de Antioquia que están sobre el río Atrato.
El país no está conformado sólo por las grandes ciudades, como lo muestran los medios masivos de información, nuestra región del Pacífico también es Colombia, también somos ciudadanos con derechos, no somos invisibles, no nos sigan abandonando.
La gravedad de esta desatención en salud está también relacionada con los impactos que ha producido el conflicto armado prolongado y degrado, el cual lamentablemente para nuestras comunidades aún no termina.
En nuestro trabajo como CIVP sobre el esclarecimiento de la verdad en la región, constatamos que el conflicto armado interno ha generado un daño al territorio incalculable, que ahora se pone de manifiesto con el debilitamiento de nuestras prácticas ancestrales de salud. En primer lugar este conflicto ha acabado con la vida de muchos de nuestros médicos, sabias y sabios tradicionales
cuyos conocimientos se han perdido; de igual manera, por los controles de los actores armados, se nos ha impedido muchas veces acceder a los lugares sagrados donde están muchas de nuestras plantas medicinales; así como en otros momentos los centros de salud han sido objeto de ataques bélicos.
En la actual circunstancia de la pandemia, los actores armados legales e ilegales, que aún hacen presencia y actúan en nuestros territorios del Pacífico, continúan sus acciones bélicas, como ocurre en la cuenca del Baudó que fue denunciado por las organizaciones sociales y Diócesis de Chocó. Por ello, exigimos a la guerrilla del Eln, a las Autodefensas Gaitanistas, a las disidencias de Farc y a la Fuerza Pública que hagan un alto a toda acción armada, pues la mayor parte de las veces las comunidades quedan allí atacadas y atrapadas, como ya lo pidió Naciones Unidas a nivel mundial. Un alto al fuego y a toda agresión a la población civil que permita atender esta nueva crisis que se suma a la prolongada crisis humanitaria en la región.
Comisión Interétnica de la Verdad del Pacífico-CIVP