Nuestro compromiso como iglesia católica está inspirado en la Palabra de Dios y en el mensaje de Jesucristo, por lo tanto, nuestro deber ha sido, es y será defender la vida, aportar en la construcción de la paz y denunciar todo tipo de violaciones de los derechos humanos.
Nos preocupa enormemente y nos cuestionamos sobre el por qué las Instituciones competentes del Gobierno nacional no han presentado los resultados de las investigaciones de amenazas anteriores a estas mismas organizaciones y que por lo tanto continúan presentándose.
Exigimos nuevamente:
A los actores armados, el respeto por todas las organizaciones sociales, étnicoterritoriales y personas amenazadas y a su trabajo en defensa de los derechos humanos.
Al Gobierno nacional, brindar las garantías para el ejercicio de nuestro trabajo en defensa de la vida y promover acciones orientadas a proteger a las organizaciones y personas amenazadas.
Al Gobierno nacional, le insistimos sobre la urgencia de investigar y presentar resultados oportunamente.
Pedimos a los organismos nacionales e internacionales a seguir acompañándonos y exigiendo al Estado colombiano el cumplimiento de los acuerdos internaciones de protección a los derechos humanos en nuestro país.