Semana.com: Estamos acostumbrados a canciones muy folclóricas como Somos Pacífico, El Bombo y Oro, ¿qué pasó con Hasta el Techo, una canción más suave y romántica?
Tostao: Sí le quitamos toda la “parafernalia” a la canción, en el fondo se identifica que es un Aguabajo (canto chocoano). Lo que pasa es que siempre tratamos de combinar lo moderno con lo tradicional, y en esta oportunidad fue con el Rhythm and Blues. Además nuestro lado romántico nunca había tenido el estatus de sencillo. Ya teníamos otras canciones con ese estilo, pero ésta llegó a ese estatus por la acogida que ha tenido en el público.
Semana.com: ¿En qué se inspiraron?
Goyo: En los niños. Nosotros tenemos dos sobrinos: Valentina y Leonardo. Valentina ha vivido con nosotros durante mucho tiempo, es la hija de Slow, por lo tanto, siempre hemos estado muy cerca de lo que es la crianza de un hijo. De ahí surgió todo. Pero cuando terminamos la canción nos dimos cuenta que podía ser dedicable al novio, al esposo, o a una persona a la que se le tenga un amor profundo.
Semana.com: Ustedes han tenido una evolución musical evidente, incluso, han sido varios los cambios físicos. ¿A qué le atribuyen esas transformaciones?
Slow: Hay un proceso de madurez, tanto físicamente como persona. En mi caso llegue a un punto donde me tocó experimentar muchas cosas como padre de familia, me tocó dejar los areticos, y debí mostrar más formalidad.
Goyo: Para mi el cambio es algo normal. Yo creo que tiene que ver con el tiempo, la forma en como uno se siente. Uno proyecta lo que le está pasando en ese momento de su vida.
Semana.com: ¿Se puede decir que ChocQuibTown es cada vez menos pacífico y más internacional?
Tostao: ChocQuibTown siempre ha sido un grupo internacional porque sonamos primero en Bogotá que en el propio Pacífico y además, hemos tenido la bendición de hacer giras en el extranjero, como a India, Australia, Europa, Estonia, Estados Unidos, entre otros. Ahora bien, sí decimos que el sonido actual es mucho más digerible que el anterior, es porque al principio contábamos con escasos instrumentos: un micrófono de computador, un estudio pequeño y mezclas limitadas. Hoy es diferente.
Semana.com: ChocQuibTown pegó primero en Europa y luego en Colombia, ¿el músico colombiano tiene ser reconocido afuera, para luego ser valorado nacionalmente?
Goyo: Hay muchas formas de sonar y tener un tipo de reconocimiento, pero creo, y lo decimos con respeto, que falta mucho compromiso de la radio y los propios colombianos de creer en lo nuestro. Nos gusta es lo que viene de afuera, lo que se ve lejos, y lo que se ve cerca se ignora. Lo que pasó con ChocQuibTown sucedió, creo yo, gracias a la internet, y a que mucha gente vio los videos y nos empezaron a invitar a escenarios muy importantes.
Semana.com: ¿Qué es lo que hay en ChocQuibTown?
Tostao: Identidad, sentido de pertenencia, sabor, ritmo, tambor y color.
Semana.com: ¿Qué les da Calentura?
Goyo: La música, la gente y los conciertos.
Semana.com: ¿Qué los lleva Hasta el techo?
Tostao: Mi pueblo. Yo llego a mi pueblo, me subo a una moto y siento que estoy en el cielo. En medio de todos los problemas que tiene el Chocó, uno así lo quiere.
Semana.com: ¿Cómo es llegar a Quibdó y reencontrarse con los amigos?
Slow: Esas son cosas que no se cambian por nada. Aquí estamos sentados y estamos pensando es en eso, en el pueblo.
Tostao: Nosotros hemos ido con la bendición de Dios a muchos lugares y yo no salgo del hotel. En Chocó me pasa totalmente lo contrario. Son las tres de la mañana y yo le estoy mandando mensajes a mis amigos para que me saquen y no me vayan a dejar dormir ni un minuto, porque yo siento que estoy perdiendo el tiempo, siento que no puedo dormir ni un segundo en mi pueblo.
Semana.com: ¿Los chocoanos los tratan como los famosos ChocQuibTown o como Slow, Goyo y Tostao?
Goyo: De las dos formas, pero uno siente una hermandad. A ti la gente te trata como si te conociera de toda la vida. No es como una idolatría de gritar y arrancarse el pelo. Sí hay efusividad, pero no es tanto como en otros lados.
Tostao: En Chocó siempre nos mandan buena vibra y nos quieren mostrar mil canciones, porque en Chocó hay músicos en cada esquina.
Semana.com: Hablando de familiaridad, ustedes son familiares. ¿Cómo se siente Slow al trabajar con una pareja de esposos?
Slow: Al principio fue difícil, porque para nadie es un secreto que cuando nos unimos era un adolescente y eso era un tormento para mí, era el tercero, el desparchado, yo tocaba el violín. Pero ahora esto es una familia, hemos construido un lazo fuerte, bonito y respetable, está el cariño y el amor de por medio.
Semana.com: ¿Qué piensa del folclor?
Tostao: La gente entiende el folclor como todo lo que es arrebatado. Y no es así. El folclor es de denuncia, es sentidísimo y tiene doble sentido, es dicharachero, tiene humor. Nosotros nos hemos contagiado de todo eso para hacer nuestra música.
Semana.com: ¿Qué viene para ChocQuibTown?
Goyo: Para este año tenemos el propósito de ir a los sitios más recónditos de Chocó, del Pacífico y quedarnos acá en Colombia, porque queremos que la gente no nos vea en televisión o en una revista, sino en vivo.