Con dolor vemos cómo, en los últimos años la desaparición forzada se ha agudizado como estrategia de control, de mayor pauperización, y sostenimiento del terror en la población, especialmente la más empobrecida.
La inoperancia de las autoridades y el silencio de la población, han hecho que la impunidad frente a este flagelo que estamos sufriendo, sea cada vez más creciente y a la población se le cierre las posibilidades de que haya justicia, verdad reparación y no repetición de los hechos de este crimen de lesa humanidad.
El desplazamiento es otra de las consecuencias de las desapariciones y homicidios; hacen que los altos índices se mantengan. Con preocupación vemos cómo se va consolidando la desterritorialización, que en últimas entendemos que es el fin de este conflicto, el despojo de los verdaderos dueños del territorio para que lo usufructúen los dueños de los grandes capitales nacionales y extranjeros
Las estadísticas oficiales revelan también que los homicidios son en menor escala otra de las manifestaciones de este conflicto, cifras oficiales hablan de enero 1 de 2012 a septiembre 19 de 2012,[1] van 151 muertes violentas de las cuales 17 han sido de mujeres hechos que están en investigación, para los que difícilmente se encuentran los responsables materiales e intelectuales. También hablan de cifra de 72 casos de desapariciones que están muy lejos de la realidad.
Desde nuestro ser de cristianas y cristianos como mandato imperante de aquel que por defender la vida dio hasta su propia Vida, Jesús de Nazaret. El defender la vida es una exigencia que no podemos evadir. Por lo que instamos a la autoridades competentes y a la comunidad en general para que hagamos un acto y tomemos posición ante esta grave situación para que juntos venzamos el miedo, seguros que el Dios de la Vida está con nosotros, nosotras y levantemos nuestras voces y unidos le hagamos saber a los que generan este conflicto, que no aceptamos mas muerte, que como pueblo merecemos respeto porque la Vida es un don que Dios nos ha dado para todos y es El, el único que puede definir sobre ella.