Estos territorios del San Juan han sido afectados por el conflicto armado, cultivos ilícitos, disputa territorial por parte de grupos armados, desapariciones, intimidaciones a la población, prohibición a la libre movilidad de los pobladores en sus zonas de respaldo alejadas de los centros ribereños poblados y utilizadas como zonas de abastecimiento para los cultivos de pan coger, cacería de animales de monte y extracción de madera.
En julio de 2010, como consecuencia del asesinato de dos miembros de la comunidad de Palestina y el Coco, más de sesenta familias salieron desplazadas hacia Buenaventura. En este contexto de alta vulnerabilidad de los derechos humanos de las comunidades, de infracciones al DIH, violencia estructural y sociopolítica por factores de falta de presencia Estatal, vulnerabilidad social, presencia de grupos armados y de las denominadas “bandas” criminales relacionadas con el narcotráfico, en estos territorios se han desencadenado múltiples intereses que han generado el desplazamiento forzado.
Sin embargo, las autoridades étnicas territoriales representadas en ACADESAN mantienen la organización comunitaria y la promoción de acciones encaminadas a mantener y respaldar los procesos de arraigo y de resistencia en el territorio. El pasado 9 de noviembre de 2010, ACADESAN lidero una misión humanitaria con el acompañamiento del Ministerio Público y de organizaciones humanitarias para verificar las condiciones para un posible retorno de las familias desplazadas. EL SJR- Valle del Cauca durante esta misión conoció de primera mano la situación que viven las comunidades de Palestina y el Coco. Las viviendas en palafitos se encuentran totalmente anegadas, la Misión no logró pisar tierra firme en el poblado las comunidades de Palestina y Coco. La movilización se hace a punta de canoa y canalete por entre las viviendas circunvecinas. Las casas están totalmente anegadas, los cerdos y gallinas yacen en canoas. Los cultivos de la zona se dañaron, los pobladores se encuentran replegados, las labores escolares se suspendieron.
Funcionarios del Centro de salud expresaron el grave riesgo de epidemias y picaduras de culebra como consecuencia de las inundaciones. El único bien que se encuentra a salvo de las aguas consiste en las terrazas de cultivos, las “azoteas” de plantas medicinales y condimentarías. El Centro de salud y la escuela construidos con piso de cemento, son los únicos bienes comunitarios que no se encuentran totalmente inundados.
