Una traición. Eso que en el mundo criminal suele pagarse con la muerte habría sido la razón por la que el pasado 11 de enero, en pleno balneario a 25 minutos de Buenaventura, diez personas fueran asesinadas.
La cita: viernes al mediodía, estadero Alto Potedó. Allí llegaron -según la investigación de la Policía- miembros de ‘los Urabeños’ para reunirse con una banda de sicarios de Cali conocida como ‘los Diablos’. El encuentro sería, entonces, entre compañeros que estarían trabajando juntos para mantener su negocio en Buenaventura.
Los empleados del balneario cuentan, incluso, que parecían amigos. Se acercaron al lago, escogieron con paciencia las tilapias que querían de almuerzo, tomaron cervezas, conversaron, se rieron.
Pero la traición salió a flote. Resulta que un día antes ‘los Diablos’, que llegaron de Cali y se movilizaban en carros con placas de esa ciudad, tuvieron una reunión secreta con los jefes de ‘la Empresa’, banda que desde el 2010 tenía el control de la criminalidad en el Puerto y hoy mantiene una disputa a muerte con ‘los Urabeños’.
Entonces, la banda del Urabá se enteró que la oficina de cobro de Cali estaría trabajando también con sus enemigos.
Una cocinera del lugar recuerda que segundos después de que entraran esos vehículos, llegaron los disparos, los gritos, la gente corriendo. Luego, cinco cuerpos regados, los platos en las mesas con la comida servida.
Los otros cinco cadáveres aparecieron el sábado a un kilómetro del estadero. Ocho de los diez asesinados eran miembros de ‘los Diablos’, de acuerdo con el comandante de la Policía Valle, el coronel Nelson Ramírez. Los otros dos serían ‘Urabeños’.
Aunque la violencia en el Puerto no empezó en ese balneario, la reciente matanza sí demostró que la guerra que se desató hace unos meses está lejos de terminar: este año ya se cuentan 23 muertos; en el 2012 fueron 122 las víctimas mortales.
‘Los Urabeños’, ¿divididos?
6 de octubre del 2012. Asesinan a alias Ramiro, cabecilla de ‘la Empresa’. Ese día las autoridades confirmaron que ‘los Urabeños’, la banda más temida del país, llegaron al Puerto para desplazar a los delincuentes locales.
La orden de tomarse el municipio la dio ‘Chicho’, el mismo que en el 2011 viajó a Antioquia y ofreció ayuda a ‘los Urabeños’ para adueñarse del Valle del Cauca.
‘Los Urabeños’ empezaron a asesinar a los cabecillas de ‘la Empresa’ y a reclutar a sus miembros con sueldos que alcanzaban el millón de pesos. Y, como ‘la Empresa’ estaba debilitada y no le pagaba a sus hombres, muchos se cambiaron de bando. Informaciones de inteligencia revelan que ‘los Urabeños’ agruparon a unos 200 tipos armados y habrían absorbido el 70% de ‘la Empresa’.
Hoy, se dice, casi todas las rutas del narcotráfico que salen del Puerto estarían en manos de la banda del Urabá antioqueño, además del microtráfico y la extorsión. El comandante de la Policía de Buenaventura, el coronel Óscar Gómez, dice que ‘los Urabeños’ hacen presencia en once de las doce comunas del municipio, sobre todo en barrios que tienen esteros con salida al mar.
La guerra en Buenaventura, entonces, la estarían ganando ‘los Urabeños’. Sin embargo, una división interna podría hacerles perder el poder que han alcanzado. Oficiales de inteligencia revelan que en las últimas labores de seguimiento, se ha descubierto una supuesta pelea entre alias Chicho con ‘Martin Bala’ y ‘el Negro Orlando’, jefes sicariales que desde Cali manejan los negocios de ‘los Urabeños’ en el Puerto.
Las diferencias serían porque ‘Chicho’ no comparte la forma como la banda criminal está delinquiendo en Buenaventura. “Él dice que a estas alturas, ya deberían tener el control de todo y sin tantas matanzas”, cuenta un investigador que hace unos meses llegó al municipio.
La división habría llegado a tal punto que ‘el Negro Orlando’, quien fue reconocido como un sangriento cobrador de cuentas de narcos, desde finales del año pasado ya no haría parte de ‘los Urabeños’ y estaría organizando su propio grupo ilegal. Incluso, algunas versiones apuntan a que ha empezado un acercamiento con ‘la Empresa’.
La disputa entre los jefes de la banda del Urabá estaría afectando sus finanzas. Aunque el año pasado el rumor en el Puerto era que ‘los Urabeños’ llegaron cargados de plata, en las últimas semanas algunos de sus integrantes se habrían quejado por la demora en sus pagos.
Así las cosas, la banda criminal estaría buscando financiación de narcotraficantes de Cali y el resto del Valle. Eso explica su reunión con Cirilo Venté, jefe de ‘los Diablos’ quien murió en el enfrentamiento del balneario.
“Los Urabeños también están buscando recursos porque no es fácil mantener una estructura de 200 hombres que reciben un sueldo de más de $500.000”, explicó un policía de Buenaventura.
Aunque la financiación vendría de otras ciudades, la banda tiene sus cabezas visibles en el Puerto, entre ellos jefes de microtráfico en cada comuna. Esa situación hizo que a finales del 2012 cuatro mil personas abandonaran sus viviendas debido a las amenazas de hombres armados que dicen ser los dueños de los barrios. Este año ya van 254 desplazados.
Algunos habitantes de zonas controladas por ‘los Urabeños’ cuentan que después de las ocho de la noche los cabecillas cierran las calles con bloques de cemento y palos de madera.
‘La Empresa’ se niega a la quiebra
El rumor alcanzó a ilusionar a muchos. Fue a mediados del 2010. En el Puerto se hablaba de la llegada de una nueva empresa que generaría empleo, atraería inversionistas. La nueva entidad, sin embargo, tenía otros planes: adueñarse de la criminalidad en el Puerto. Y se llamó así, ‘la Empresa’, porque fue conformada por empresarios que estaban cansados de ser extorsionados por las Farc.
El hombre que estuvo detrás de la creación de la banda era conocido como ‘Carlitos Capri’, dueño de discotecas, almacenes y graneros del municipio. A él se unieron algunos narcotraficantes que vieron en ‘la Empresa’ un negocio rentable.
La estructura inició con unos diez hombres y luego empezó a reclutar a todo tipo de delincuentes: exparamilitares del Bloque Calima, exguerrilleros, integrantes de pandillas. Hasta el año pasado la banda llegó a tener 150 miembros.
En poco tiempo, el grupo tomó el control de todas las rutas de salida de droga hacia Panamá y Centroamérica, las extorsiones a mineros y comerciantes, los secuestros, la venta de droga en los barrios.
En Buenaventura algunos líderes cuentan que la organización empezó a ofrecer servicios de seguridad a los propietarios de negocios, especialmente de tiendas. “Ellos llegaban a los sitios y los dueños sabían que tenían que entregarles comida y botellas de aguardiente a cada rato”, recuerda un habitante del barrio Lleras.
Pero la cuota fue aumentando. Los integrantes de ‘la Empresa’ empezaron a cobrar ‘vacunas’ muy altas. La Policía tuvo conocimiento de este grupo en el 2011, debido a las denuncias de muchos negociantes.
El reinado de ‘la Empresa’ se acabó con la entrada de la bacrim del Urabá. A pesar de las altas sumas que cobraban a sus víctimas, el grupo ya no podía pagarle a sus hombres pues no tenía la financiación de ‘los Rastrojos’, debido a la captura de ‘Diego Rastrojo’ y la entrega de los hermanos ‘Comba’ a la justicia de Estados Unidos.
Pero ‘la Empresa’ no está acabada. Hoy el grupo tendría unos 30 hombres que están en la Comuna 12, en los barrios Caldas, Unión de Vivienda, Nuevo Amanecer, Progreso y parte del Carlos Holmes.
Esos 30 integrantes aún serían fieles a la organización, pues algunos fueron sus fundadores. Las autoridades tenían identificado a alias Orejitas o el Mono como el jefe del grupo, aunque hoy estaría en Cali. De acuerdo con información de inteligencia, ahora el encargado de mantener vigente a ‘la Empresa’ en Buenaventura es alias Jimmy Loco, hermano de ‘Orejitas’.
Algunas fuentes revelan que desde finales del año pasado ‘la Empresa’ empezó un proceso de reactivación. Para eso, algunos de sus jefes, como ‘el Mono’, viajaron a la capital del Valle y a Palmira para buscar financiación.
La estrategia estaría funcionando: investigadores de la Sijín Valle cuentan que ‘la Empresa’ ya tiene dinero. De hecho, los sueldos que ofrecían antes eran de $300.000 y hoy aumentaron a $600.000.
El encargado de la resurrección de la estructura sería ‘Andresito’, un joven de 22 años que se ha convertido en la mano derecha de los jefes. Por su parte, las finanzas de la banda estarían en manos de alias el Gordo, quien tiene la misión de conseguir fuera del Puerto la plata para los sicarios.
‘La Empresa’, entonces, no estaría en quiebra. Eso, para los habitantes de Buenaventura, no es más que la confirmación de que la guerra con ‘los Urabeños’ seguirá siendo noticia, que la masacre ocurrida el 11 de enero en ese balneario no sería la última.
Autoridades dicen que hay avances
El comandante de la Policía Valle, coronel Nelson Ramírez, insistió en que “la estrategia contra las bandas criminales en Buenaventura va por buen camino y hay avances en la investigación de lo ocurrido el 11 de enero”.
Por su parte, el comandante de la Policía de Buenaventura, el coronel Óscar Gómez, recordó que el día del tiroteo en el balneario se hizo un operativo en el barrio Juan 23, donde se detuvieron 20 delincuentes, 17 de ‘la Empresa’ y tres ‘Urabeños’.
El oficial sostuvo que la Policía ya tiene identificados a los cabecillas de la banda del Urabá “y hemos iniciado los procesos de judicialización”.