«A esos violentos les digo que van por un camino equivocado, pero lo que triunfará será el camino de la paz», precisó el Obispo en el recorrido que comprendió desde el kilómetro cinco hasta el centro de la ciudad.
El alto prelado destacó que es posible un futuro mejor para Buenaventura. «La realidad que se palpa hoy es de un tema palpitante como son las desapariciones, que no se puede negar que son prácticas diarias en la ciudad y que sobre las mismas hay un alta impunidad», dijo la Personera municipal, Ingrid Arroyo.
Destacó que esa impunidad creciente genera alta desconfianza hacia los organismos de seguridad local. En la marcha que tenía como lema «porque ninguna víctima me es ajena participaron familiares de desaparecidos, víctimas de la violencia, delegaciones de pobladores de los ríos y contó con el acompañamiento de la fuerza pública.
Tanto el obispo como la Personera coincidieron que con la respuesta dada con la masiva participación «se le está mandando un mensaje muy claro a los violentos».