Era un pueblo donde la gente se moría de vieja. Ahora muchos se preguntan qué es lo que está ocurriendo. Robos a plena luz del día, homicidios selectivos y presencia de bandas criminales que delinquen sin control.
Así está Quibdó, la capital del departamento de Chocó, una de las ciudades más pobres del país. El hecho más reciente de violencia se vivió este martes cuando estalló una bomba en pleno centro de la ciudad.
Fue instalada a la entrada del más importante supermercado de esa localidad y el resultado no podía ser más desastroso: cuatro muertos y cerca de diecisiete heridos.
Nadie sabe quién puso el artefacto. Por ahora se investiga si se trata de un grupo que ha querido intimidar a los principales comerciantes que no han cedido a sus pretensiones delictivas. Sin embargo, el propietario de este negocio, cuya hija resultó muerta, negó por el momento que fuera objeto de extorsión.
Otra hipótesis que se investiga es que este hecho sea la respuesta de la banda criminal los `Urabeños’, por la captura de 12 de sus integrantes, uno de ellos, Benedesmo Palacios Mosquera, considerado el terror del Pacífico.
En las últimas semanas la Policía ha capturado a otros seis sicarios responsables de los más recientes asesinatos. En lo que va corrido del año han resultado asesinadas 27 personas, cuatro más que el mismo periodo del año anterior.
Las autoridades locales insisten en que vienen realizando un buen trabajo investigativo para desmantelar las bandas que rondan el municipio, pero aseguran que falta más inversión en el terreno logístico. No obstante, señalan que la capital de Chocó reforzó su seguridad con 60 hombres en los últimos días. Otra cosa piensan los pobladores, quienes aseguran que ese apoyo aún es insuficiente.