Cuero se ríe mientras dice que a él apenas vienen a conocerlo ahora, cuando ya está para morirse. “Les pasa a los cantantes: sacan una buena canción, se mueren a los meses y la gente dice: ‘¡qué mal! ¡Por qué se nos fue tan temprano!’. Pero no saben que llevaban toda una vida en esas”.
Lo que quiere decir el científico bonaverense Raúl Cuero es que la verdadera importancia del reconocimiento que recibirá en octubre como Científico Hispano 2013, más que darle fama lo que hace es reivindicar a los colombianos y darles un motivo más a los jóvenes para que sigan su ejemplo. “Recibo miles y miles de correos de jóvenes desde todas partes del mundo, preguntándome cómo pueden
hacer lo que yo hago”. Cuero confiesa que se le salen las lágrimas con muchos de los mensajes.
Este reconocimiento no es gratuito. El científico tiene ya más de 19 patentes, ha trabajado en la Nasa y hoy adelanta un proyecto con el que se podría sembrar plantas en Marte. Como él mismo dice, “no está mal para alguien de Buenaventura, ¿no?”.
¿Qué es lo más importante de haber recibido este reconocimiento?
Que confirma la calidad disciplinaria y creativa que se logran de una cultura como la de Colombia, que siempre tiene apetito por el conocimiento, que tiene una educación muy buena, formativa, con base en fundamentos de la ciencia. La educación colombiana tiene algo muy importante y es que fue influenciada por el rigor intelectual europeo, junto a los avances y la tecnología de Estados Unidos, por su posición geográfica y por su historia. Yo siempre digo: “los países se reconocen por su historia, pero solo se legitimizan por la creatividad de sus ciudadanos. Yo soy un ejemplo de eso”.
Usted con este premio representa a los hispanos. ¿Cómo ve el papel de esta comunidad en el mundo?
Mire, a pesar de tener otra ciudadanía, uno siempre en la patente debe registrar el sitio donde nació, por lo tanto yo siempre registro Buenaventura, Colombia. Porque las sociedades avanzadas reconocen la correlación entre la capacidad de crear y la cultura de donde la persona se desarrolló. Los fundadores del Museo que me reconocerá son norteamericanos y concibieron desde muy temprano que para que la población hispana tenga impacto en la cultura mundial, debe ser creativa o sino va a tener problemas de supervivencia. Y eso hoy es más importante aún, porque los hispanos somos cada vez más.
En el mundo de hoy y en el que viene, ya no van a existir los trabajos masivos, así que se requiere menos gente empleada y más gente que sepa producir para vivir. Si antes había cien empleos para una persona, hoy hay un empleo para cien personas. Se revirtió la proporción. Y los hispanos son los que más pueden sufrir si no entienden el significado de esto.
Usted dice que la educación colombiana es de las mejores…
Los colombianos tenemos una buena actitud hacia el estudio, que viene desde la familia: uno prácticamente nace queriendo ir a la escuela. Y los colegios hacen muy buen trabajo motivándolos. Pero se necesita complemento guiándolos hacia la cultura de la creatividad.
¿En qué proyectos está trabajando?
En procura de buscar el origen de la vida en Marte, ahora estoy en mi laboratorio independiente produciendo unas moléculas. Encontré una proteína que desactiva los fotones de la radiación ultravioleta y estoy iniciando el proceso para clonarla en plantas, que se protegerían del calentamiento en la Tierra. Con esto podríamos hacer crecer plantas clonadas en invernaderos en Marte. Ya lo hemos hecho en microorganismos y en células de piel humana y funciona.
Con esta proteína estamos haciendo vestidos pegados al cuerpo para que la gente vaya al espacio y se proteja de los rayos ultravioleta y hagan experimentos in situ. También hemos construido suelo similar al de Marte y comprobado que el planeta es fuente de nanopartículas.
Usted tiene proyectos también con jóvenes en sus Parques de la Creatividad. ¿En qué están trabajando?
Estamos en la amplificación del ADN, lo que se hace mediante un proceso que se llama PRN, que se hace con calor. Hacerlo se tarda dos horas y media. Lo que nosotros logramos fue amplificarlo sin necesidad de calor. Obtuvimos un ADN más puro y en mayor cantidad, y el proceso solo tarda quince minutos. Este es el invento que más me emociona y con el que puedo ir tranquilo a la tumba, porque lo hice con los jóvenes. Ahora se va a producir en Colombia.
Y en términos prácticos, ¿para qué sirve este invento?
En primer lugar, es innovador desde el punto de vista científico. Pero también teniendo en cuenta que se van a producir mejores medicinas, antibióticos e insulina. Vamos a tener más exactitud en las pruebas de paternidad, se van a diferenciar con mayor precisión las especies de fauna y flora, sobre todo en países como el nuestro, que están llenos de bosques. También se puede desarrollar más la medicina natural, se puede identificar mejor microorganismos patógenos que producen enfermedades y se podrá entender mejor el origen de males como el cáncer y el alzheimer y hallar tratamientos más efectivos.
“Es tremendo lo que se viene”
“Anoche, a las tres de la mañana, terminé mi nuevo libro, que se llama ‘La orfandad de la nueva civilización’”, cuenta Cuero. Explica que lo importante es tomar acciones, estar siempre activo. Recuerda su natal Buenaventura, donde el puerto era la única fuente de trabajo y sus familiares cargaban bultos. “Los niños nos sentíamos útiles llevándoles el almuerzo a los adultos y eso nos hacía felices”. Su reflexión: es mejor ser útil que ser importante.
Hace un año usted estaba por lanzar su último libro, ‘La mente de la mente’. Hoy dice que anoche terminó uno nuevo… y antes había escrito otro… ¿cómo hace para producir tanto?
¡Es la creatividad! A Cuero lo conocen apenas ahora de viejo, pero yo desde los 7 años he estado en el pensamiento intelectual, científico y filosófico. Y eso se intensificó en mi colegio Pascual de Andagoya, en Buenaventura. Era de los grupos de pensadores de allá. Y escribía. Por eso yo digo que uno no se hace creativo de la noche a la mañana, sino a través de un proceso. Por eso es importante que lleven a los niños desde temprana edad a que hagan cosas con las manos, para que se construya “la mente de la mente”- ahora entiende el nombre del otro libro, ¿no?- Esas memorias de la niñez se guardan y forman algoritmos, y a los años, cuando se decide hacer algo, se da con facilidad.
¿De qué se trata el nuevo libro?
‘La orfandad de la nueva civilización’ explica el concepto de sentirse huérfano, no de padre ni de madre, sino de pertenencia universal y mundial, que es una característica inherente al ser humano. La orfandad es la falta de una referencia absoluta de patrón. Por ejemplo, yo crecí en una sociedad muy estimulante, cariñosa, armoniosa, en una familia de doce personas, además del resto del pueblo, que eran también como familia. A eso se suma que por mi excelencia deportiva, el público siempre estaba conmigo. Aún así, yo siempre tenía el sentimiento de aislamiento, que es una fatiga cósmica, como la llamaba Santa Teresita. Muchos somos sensibles a ella, otros la cubren con entretenimiento. Y la sociedad ha aumentado el entretenimiento, para ayudar a la gente a cubrir esa orfandad.
Si usted mira al pasado, el hombre sale del Renacimiento y de la Revolución Industrial y baja su esplendor. Es cuando en el Siglo XX se crea Hollywood, cultura del entretenimiento. Cuando se acaba la creatividad, vienen las guerras mundiales. El hombre entra en un dilema entre ser útil y ser importante. Ser útil es lo que lo saca a uno de la orfandad y lo hace creativo; ser importante es cuando el hombre construye para justificar su existencia. Por eso mantiene su fatiga, su ansiedad y su angustia. No se siente bien, pero tampoco toma acciones. Yo por eso siempre me mantengo en la acción, como decía Jean Paul Sartre.
¿Cómo se refleja esto en la sociedad?
La sociedad de hoy está atrapada en la orfandad absoluta, por eso procura obtener las cosas más cómodas, como los medios de comunicación. El hombre hoy es menos creativo que en la época de la mecánica, porque se ha dejado atrapar por la tecnología. Ahora: no hay nada malo con la tecnología, sino que se debe usar bien. Los jóvenes hoy la usan, sin conocer la ciencia detrás de ella, por eso tienen problemas para ser creativos y afán por ser importantes, tener fama. Pero eso no es fatal. Como digo en el libro al cierre: es tremendo lo que viene.
El hombre tiene que tocar fondo, porque el único camino para salir adelante es creando. Por eso yo auguro que viene una época de gran desarrollo científico, algo como el Renacimiento, va a haber un gran resurgimiento humanístico. Y esto ya se está dando. Va a haber una selección natural y muchos serán eliminados, como ya sucede. Es el Darwinismo.
Su mensaje para los jóvenes es claro. ¿Qué le diría a las personas mayores?
Les diría que la juventud de ellos fue de mucha armonía. Y que deben mantenerla y transmitírsela a los jóvenes constantemente. Ellos vivieron en una buena época donde se seguía un patrón. Por eso sus actitudes deben ser como las de sus padres que les exigían, con base en hechos y no en palabras. Demostrarles que ellos vivieron en la época de ser útiles, no importantes.
