Comunicaciones CIVP / Septiembre 15 de 2019
Cinco hombres armados intentaron secuestrar y asesinar a un líder indígena del municipio de Roberto Payán, a plena luz del día, en las afueras de la Asociación de Consejos Comunitarios y Organizaciones Étnico Territoriales de Nariño. Este hecho de extrema gravedad se presentó ayer sábado 14 de septiembre en el casco urbano de Tumaco, sobre el Muelle Bucanero, donde están ubicadas las oficinas de ASOCOETNAR.
Un líder de la región, que fue testigo de los hechos, le explicó al Equipo de Comunicaciones de la CIVP las circunstancias de lo ocurrido: «Sobre las nueve y media de la mañana está llegando un compañero del municipio de Roberto Payán para una reunión conjunta de Consejos Comunitarios afrocolombianos y Cabildos indígenas de Nariño, en el marco de un trabajo colaborativo que ASOCOETNAR ha venido desarrollando en la Costa Nariñense» puntualizó este dirigente, que prefiere que su nombre no sea publicado. «Al compañero lo abordan dos personas antes de llegar, lo recuestan contra la entrada. Uno de nosotros que estaba dentro de la oficina sale y observa lo que está pasando: en ese momento le meten la mano al bolsillo y le quitan seiscientos mil pesos, le sacan la cédula y cuando ven que viene del municipio de Roberto Payán llaman por teléfono a otros tres sujetos que llegan armados».
En ese momento algunos de los líderes comunitarios que participaban de la reunión dentro se percataron de la situación, entre varios consiguieron arrebatar a su compañero a los hombres armados y llevarlo al interior de la sede de ASOCOETNAR. No obstante, los hombres armados no permitieron que se cerrara la puerta e intimidaron a los demás: «Decían que tenían que sacarlo y llevárselo porque lo tenían que matar» explica el dirigente que fue testigo de los hechos.
Aunque los líderes presentes explicaron que ASOCOETNAR es una sede de los Consejos Comunitarios, y que su reglamento prohíbe el ingreso de hombres armados, los sujetos insistieron en llevarlo con ellos en la motocicleta.
«No lo vamos a sacar de esta oficina. Y una política que tenemos es que acá no entra nadie con armas» les dejó claro otro de los líderes. Luego hubo un forcejeo en la puerta, hasta que los cinco sujetos huyeron cuando notaron que una de las camionetas blindadas con escoltas se acercaba por la calle. Varios de los presentes que participaban de la reunión cuentan con esquemas de protección oficial, no obstante, los escoltas no se encontraban porque habían solicitado permiso para realizar unas diligencias. Tampoco había policía ni militares cerca, a pesar de que Tumaco y su zona de influencia es una de las regiones más militarizadas del país.
Antes de irse, los hombres armados profirieron amenazas de muerte y gritaron que los participantes de la reunión «todos eran unos guerrilleros».
En Tumaco y sus alrededores hay presencia de múltiples grupos armados tras el fraccionamiento y la división de las disidencias de las FARC, con frecuencia estos grupos son cooptados o trabajan directamente al servicio de organizaciones mafiosas que han convertido esta región de Nariño en un enclave productor de cocaína. En medio de este complejo panorama deben desarrollar su trabajo las organizaciones comunitarias como ASOCOETNAR, que además hace parte de las organizaciones mandatarias de la Comisión Interétnica de la Verdad del Pacífico y que ha jugado un rol importante en los avances de la CIVP en Nariño.
«Nosotros continuamos con la reunión, pero era tanta la zozobra que tuvimos que irnos en los carros blindados hasta la Capitanía [del puerto] aprovechando que la Policía ya estaba en la zona. Así logramos sacar al compañero de ahí». Eso explica el dirigente comunitario que estuvo presente durante todo el incidente, y que además agrega que estos hechos significan una amenaza latente para los procesos organizativos y los líderes del litoral en Nariño: «Es una cuestión de saber que las comunidades y los Consejos Comunitarios tenemos nuestra dinámica de trabajo. Siempre se le ha manifestado a los grupos que no queremos hacer parte de este conflicto, no queremos hacer parte de ellos, no somos de ningún grupo armado, somos un sector social que trabajamos por las comunidades y sus derechos. Ahora nos quieren involucrar en este conflicto. El 2 de junio del 2018 fue asesinado un compañero nuestro, Carlos Jimmy Prado, directivo de ASOCOETNAR, hasta el momento no tenemos ninguna claridad en el caso. Hay una gran vulnerabilidad, eso mismo puede pasar con cualquiera de nosotros».