Un cuadro clínico de tos, gripa, diarrea y vómito se ha apoderado en el último mes de 144 bebés, según los registros que lleva el alcalde de esta localidad del suroriente chocoano, Dagoberto González.
El mandatario no resistió más y decidió denunciar en los medios la anómala situación ante el drama de ver llegar a Pizarro, casco urbano de Bajo Baudó, a niños moribundos y con muy bajo peso, mientras que desde hace tres semanas espera una ayuda de la Gobernación del Chocó, que aún no llega.
«Aquí los médicos explican que es un cuadro clínico donde puede incidir la desnutrición, pero aún no se precisa a qué se debe este síndrome tan extraño y agresivo», explicó el mandatario, quien se lamenta de que las autoridades en salud sepan de la situación desde que murió el primer bebé, el 27 de abril, y no se haya hecho nada.
Buenavista, Puerto Piña, Pitalito, Chichiliano, Bajo Grande, Playa Linda, Guachal, son siete de los ocho resguardos donde los mismos síntomas han atacado a los infantes y todos ellos se localizan en una misma región al sur del casco urbano. El otro poblado indígena afectado es Villanueva, al norte de Pizarro.
La situación más crítica se presenta en Buenavista, una comunidad de 1.200 habitantes de donde provienen ocho de los nueve niños muertos y que ya registra 73 de los 144 bebés enfermos.
«Nada más la semana pasada me reportaron 50 casos, de los que hemos trasladado 23 a la cabecera municipal. Uno de ellos murió el miércoles pasado», reportó González.
Agrega el mandatario que del total de casos atendidos en el centro de salud de Pizarro, se remitieron cinco bebés al Centro de Recuperación Nutricional de Istmina, donde falleció uno de ellos.
Y otro de cuatro bebés remitidos a la capital chocoana también murió.
Por su parte, Adriana Gómez, representante en el Chocó de Caprecom (EPS encargada del centro de salud de Pizarro), precisó que allí se han atendido 37 niños con síntomas similares, de los cuales uno murió por broncoaspiración.
«Es de anotar que de los niños hospitalizados no terminaron su tratamiento, pues sus padres decidieron volver a sus comunidades para que, según sus creencias, fueron vistos por el Jaibaná», explicó Gómez.
Si las condiciones de seguridad lo permiten, este sábado (29 de mayo) viajará desde Quibdó una brigada médica de Caprecom y la Cruz Roja holandesa para recorrer las comunidades donde se focalizan los bebés enfermos con los mismos síntomas y dar atención prioritaria a los casos más delicados.
De otro lado, Antonio Sarria, de la Dirección Seccional de Salud del Chocó (intervenida por el Gobierno nacional), confirmó que el lunes se enviará a una epidemióloga para evaluar la situación.
«Hasta ahora no hemos podido precisar las razones de las muertes de los niños, pero tenemos información de que las comunidades indígenas afectadas pasan por una preocupante crisis alimentaria», señaló Sarria.
Mientras se precisa el origen del síndrome, el alcalde González teme que esa «extraña epidemia» siga propagándose por el Bajo Baudó, cobrando más vidas y sin ningún control.
Publicado el 29 de mayo de 2010