Esta mañana (20 de agosto), el sistema educativo municipal suspendió las clases, pues no se sabía exactamente qué había pasado. Sin embargo, sacando gotas de valor, delegados de la población conformaron una comisión e verificación ante el Ejército y la Policía Nacional.
Los comandantes de estas fuerzas «tranquilizaron» a los miembros de la comisión argumentando que tanto los disparos como la bomba fueron parte de una «táctica de ablandamiento» que no representó ningún riesgo para la comunidad.
Sin embargo, el estallido y los disparos afectaron sicológicamente a la población agudizando su miedo y zozobra. Algunos miembros de la comunidad manifestaron su inconformidad con estos actos militares, pues los señalan como acciones para provocar a la guerrilla.
Es lamentable que sucedan este tipo de alarmas en la cabecera de López de Micay, pues a partir del 20 de julio pasado se había vuelto a la normalidad, luego de que las FARC-EP decretaran otro cese unilateral del fuego.
Los pobladores exigen:
– Al Ejército Nacional, respetar la tranquilidad de la población civil y no provocar a la guerrilla.
– A la guerrilla, no dejarse provocar por estas acciones.
Los pobladores de López de Micay exigen que se mantengan los diálogos de paz en La Habana. Sólo un cese bilateral del fuego y hostilidades compromete una finalización hacia la paz de los diálogos.
Pobladores de López de Micay
Coordinación Regional del Pacífico Colombiano
20 de agosto de 2015