El Foro se planteó desde el principio de las reuniones organizativas como un espacio autónomo de las organizaciones de base de las mujeres, para interpelar a las instituciones del Estado acerca de sus responsabilidades con el fenómeno de los feminicidios en Buenaventura. Se hicieron presentes funcionarixs en representación de instituciones del orden nacional, regional y local. Destacamos la presencia del director regional del ICBF y de la directora de la Secretaría de Mujer, Equidad y Género del departamento, únicos funcionarios con capacidad de decisión que llegaron al espacio. Lxs demás fueron delegadxs de la Alta Consejería para la Equidad de Género, la alcaldía de Buenaventura, la Procuraduría, la Defensoría del Pueblo, Medicina Legal y quien dirige la oficina de la mujer del municipio.
Este espacio de análisis y reflexión, que fue iniciativa de la Red de Mujeres Contra las Violencias hacia las Mujeres, se gestionó con la alcaldía de Buenaventura y con la Alta Consejería para la Equidad de la Mujer quienes se comprometieron a destinar recursos que hicieran posible la movilización de las mujeres, especialmente las de la zona rural, además de los refrigerios y almuerzos para todas las asistentes, así como la financiación de otros aspectos logísticos. Infortunadamente las dos instituciones faltaron a su compromiso: de 28 millones con los que se comprometió la Alta Consejería, solo aportó 7, y de 10 millones que aportaría la Alcaldía, apenas entregó 6. No obstante, lo más significativo del hecho de haber co-financiado estos aspectos operativos, es que estas entidades se sintieran con el derecho de manejar el evento.
De hecho, frente a algunas instancias, se expresaba que el evento había sido promovido por la Alta Consejería, y ante la dinámica desarrollada por las mujeres, la funcionaria de esta entidad al final manifestó que “ustedes nos utilizaron”, refiriéndose a las mujeres organizadoras del foro, quienes demostrando su empoderamiento, decidieron quiénes hablaban y por cuánto tiempo, lo que les significó que tuvieran que luchar por el control del micrófono. Además, en medio de esta situación, fue muy mal recibida por parte de estas funcionarias la lectura del derecho de petición que la Fundación Akina formulara a la Fiscalía General de la Nación para exigir información sobre las 12 mujeres asesinadas y una desaparecida en lo corrido de este año en Buenaventura, y la carta que GAIDEPAC[2] enviara a esta misma institución demandando su compromiso, celeridad y resultados con la investigación de estos crímenes.
Lo anterior nos hace pensar que parte de la corrupción política de este país es la concepción que tienen los/las funcionarixs del Estado, en cuanto a que las acciones, programas y proyectos que desarrollan las organizaciones sociales cofinanciados con aportes del Estado, les pertenecen, es decir, cooptan su autonomía, como si estos servidores gubernamentales fueran los dueños del dinero público, y además, les estuvieran haciendo un favor a estas organizaciones (favor que deben agradecer con votos). Al parecer estos trabajadorxs estatales, no solo desconocen el carácter mismo de la función pública, sino que estos recursos, son dineros públicos, nos pertenecen a todxs lxs colombianxs.
En este sentido, las funcionarias presentes manifestaron su disgusto por el enfoque y manejo que desde la organización de mujeres, Red de Mariposas, se le dio al Foro. Esperaban un evento político (politiquero) en el que pudieran hablar maravillas de las acciones que en favor de las mujeres piensan hacer y no han hecho, o engrandecer los mínimos realizados. Este aspecto es importante en el contexto actual electoral. Incluso una funcionaria alcanzó a lanzarle flores al presidente-candidato.
Al final las mujeres tuvieron que estar pendientes de que lxs funcionarixs no abandonaran el recinto sin firmar el acta de compromisos elaborada con base en un diagnóstico que la Red realizó sobre la deficiencia y negligencia de las instituciones del Estado para enfrentar la violencia contra las mujeres en Buenaventura. Este documento fue firmado por todxs, con reservas por algunxs, pero al final las mujeres de la Red pudieron darse por satisfechas, ya que lograron los objetivos propuestos: obligar al Estado (en presencia de sus funcionarixs) a que las escucharan; mostrar con hechos y datos la negligencia y la inoperancia de las instituciones para manejar la violencia contra las mujeres a partir no solo del análisis realizado sino corroborarlo en las respuestas de lxs funcionarxs (algunxs estaban verdaderamente perdidxs); y finalmente, firmar los compromisos con los que se les podrá hacer seguimiento y veeduría a las acciones que por mandato constitucional deben realizar las instituciones estatales frente a las violencias contra las mujeres.
Sabemos que las violencias contra las mujeres son un hecho mundial y nos duelen las muertes de todas y cada una de las mujeres asesinadas y desaparecidas. Consideramos que hay que emprender acciones desde lo local en diálogo con lo global para enfrentar esta dolorosa e inaceptable situación. Sin embargo, también es preciso comprender y asumir que hay particularidades que ameritan ser atendidas, y que si nosotras visibilizamos la problemática de los feminicidios y desapariciones de mujeres de grupos étnicos en Buenaventura, no es para competir por cual es la ciudad que se gana el premio como la mayor asesina de mujeres en relación con ciudades como Bogotá, Medellín y Cali. Planteamos que el asesinato de mujeres en territorios étnicos, como los del Pacífico, es un etnocidio y debe ser tipificado como delito de lesa humanidad por las consecuencias que estos crímenes, incluso atroces, tienen en las culturas y la territorialidad ancestral de estos pueblos. Y que todo crimen contra una mujer es un crimen político!
Betty Ruth Lozano
Fundación Akina Zaji Sauda – Conexión de Mujeres Negras
Docente contratista Univalle
[1] Esta Red fue constituida en el 2009 por organizaciones de mujeres de base tanto de la zona urbana como rural de Buenaventura y ha sido protagónica en la visibilización de los feminicidios y en la lucha contra las violencias hacia las mujeres en el Pacífico.
[2] Grupo de Académicos e Intelectuales en Defensa del Pacífico Colombiano.