Skip to main content
Actualidad

Respaldan a obispo de Buenaventura en tarea de denunciar violencia y decir la verdad

By marzo 16, 2013enero 28th, 2024No Comments

Dos importantes respaldos a su tarea de denunciar las injusticias sociales de Buenaventura recibió el obispo del puerto, Monseñor Héctor Epalza Quintero.

La primera de ella provino de la comunidad Jesuita, con la visita del padre provincial Francisco de Roux, quien estuvo pasando revista al Servicio Jesuita a Refugiados en Buenaventura.

«El vino a solidarizarse con Buenaventura con la situación de violencia que vivimos, el desplazamiento y la situación social; vino a ofrecer todo su respaldo y nos va a dar una mano muy importante», dijo el obispo.

Igualmente, hizo énfasis en que «ahora con un Papa jesuita se tendrá una mirada mayor a la situación del Pacífico, que es cada vez objeto de mayor atención de esa congregación».

Además, este lunes, en Cali, monseñor Epalza se reunió con el Arzobispo de Cali, monseñor Darío de Jesús Monsalve, y la Fundación Carvajal para apoyar proyectos en beneficio del puerto.

«Ellos quieren iniciar una campaña en Buenaventura para posibilitar una efectiva ayuda, pues la necesitamos para poder salir de esta situación de violencia», precisó el prelado, quien fustigó nuevamente sobre los problemas de la ciudad-puerto.

«Nos basta llenar la ciudad solamente de muchos policías, hay que trabajar más por la ciudad, rescatar así como lo ha dicho el Papa Francisco la `Fratelanza`, la fraternidad, pues es eso lo que necesitamos en Buenaventura, el respeto por la vida», indicó Monseñor Epalza.

Agregó que «no es que yo sea alarmista y exagerado, ahí está esa realidad que clama una intervención de tipo social para Buenaventura», al hacer referencia al malestar de algunas personas por sus pronunciamientos sobre la violencia en el puerto.

»A Buenaventura se le debe decir la verdad»: Héctor Epalza

Monseñor Héctor Epalza, obispo de Buenaventura, reiteró sus cuestionamientos a la situación de violencia y marginamiento que vive este municipio, al decir que «no soy el que inventa las noticias».

«A pesar de que hayan disminuido las muertes, la situación del puerto es muy preocupante, el llamado es que no seamos indiferentes a lo que esta pasando», dijo el alto prelado de la Iglesia local, al tiempo que denunció que la gente tiene miedo de decir lo que pasa.

«Lo digo de corazón, a Buenaventura se le debe decir la verdad no la mentira ni la falsedad», indicó el Obispo. Puso como ejemplo que no se han realizado obras de infraestructura en el Puerto en los últimos años.

«Yo completo nueve años al frente de la Iglesia local y en ese tiempo la gente sigue siendo marginada, no hay una obra de la administración para mostrar a la gente, no hay una obra significativa; habrán pavimentado una calle, otra cosa parecida, pero una obra que haya mostrado el progreso de parte de algún alcalde no la tenemos para mostrar», precisó el Obispo, al tiempo que reiteró que situaciones como esas son las que le duelen y lo motivan a denunciarlas.

Sobre los casos de los delincuentes que descuartizan a sus víctimas, dijo que es una expresión máxima de la barbarie. «No solo se masacra, se asesina, se mata, sino que además se pica y eso nos tiene que doler; por eso no podemos ser indiferentes ante la situación de Buenaventura», señaló Monseñor Héctor Epalza y reiteró que las cifras que él tiene son de 23 cuerpos desmembrados el año pasado. Sin embargo, según fuentes oficiales el número de casos de este tipo durante el 2012 son seis, de los cuales aún hay un cuerpo sin reclamar.

El obispo también dijo que lo que está pasando en Buenaventura es un problema de crisis humanitaria que amerita la intervención del Gobierno Nacional. «No basta llenar el Puerto de policías. Hay que hacer inversión social, mejores condiciones de educación, hay que ver como hay muchos barrios de Buenaventura que no tienen la titulación de sus predios desde hace 30 ó 40 años, eso es injustificable. Mientras llega un inversionista y en lo que era una cancha de fútbol le dan permiso de construir una bodega, en un abrir y cerrar de ojos», dijo el Obispo.