La protesta se inició por la eliminación del subsidio que otorgó el Gobierno hasta diciembre del 2011 ($1.200), hecho que según los propietarios de aproximadamente 56 barcos que hacen cabotaje en la Costa, los afecta en su rentabilidad.
De acuerdo con Hernando Palacios, presidente de la Asociación de Transportadores Marítimos del Pacífico, Asomarpa, el año pasado los pesqueros pagaban por cada galón $5.780 (con el subsidio incluido), pero desde este mes saltó a $8.029, lo que representa un alza de $2.249 por galón.
¿Qué dice el Gobierno?
Ayer, el ministro de Minas y Energía, Mauricio Cárdenas, le salió al paso a esas declaraciones y dijo que se mantendrá el subsidio para el diesel marino en la Costa Pacífica, que para este año será de $1.400.
“Hemos hecho un esfuerzo por mantener, durante el año 2012, el beneficio especial en materia de combustibles para naves pesqueras y embarcaciones de cabotaje”, dijo el jefe de esa cartera.
A diferencia de lo que dijo Palacios, el Ministro informó que el galón de combustible para la región Pacífico se vendió el año pasado en $5.488 (con el subsidio) y que para el 2012 subió $312, lo que lleva el galón a un precio final de $5.800.
A juicio del señor Cárdenas, por efecto de los incrementos en los costos de toda la cadena de precios de los combustibles es necesario hacer el ajuste, “pero en todo caso se trata de un precio final que está por debajo del valor del diesel marino en el resto del país, el cual se encuentra en $7.200 por galón».
Respecto de la apreciación del Ministerio, el Presidente de Asomarpa indicó que se mantendrán en paro, pues sus pretensiones apuntan hacia una rebaja de $3.000 por galón.
“Sería bueno que el Ministerio de Minas enviara un delegado para que se percate de la grave situación que están sufriendo más de 15 municipios de la costa con la falta de barcos que les suministren alimentos y otros víveres, además del desempleo que causa la parálisis”, dijo Hernando Palacios, presidente de la Asociación de Transportadores Marítimos del Pacífico.
El paro amenaza con dejar sin abastecimientos a varios pueblos del litoral nariñense, caucano y del mismo Chocó pues a excepción de Tumaco y Buenaventura, donde hay vías terrestres de comunicación con el interior del país, en estos el único medio de contacto para sus suministros es la llegada de los barcos.
Impacto económico
Se estiman que las perdidas diarias, a causa del paro, ascienden a unos $1.000 millones al día, por la falta de transporte de alimentos, víveres, gas propano y pasajeros. También se ven afectadas las personas que trabajan con el cargue de mercancías y la tripulación de las embarcaciones cuyos ingresos dependen del movimiento de barcos.
“Todavía hay existencias de alimentos en algunos de estos pueblos, pero ya para el fin de semana se comenzará a notar esa situación de desabastecimiento”, dijo Óscar Martínez, presidente de la Federación de Municipios del Pacífico.
Insistió en la necesidad de que los alcaldes del Pacífico, los gobernadores de la región y los senadores y representantes a la Cámara presionen al Gobierno Nacional en busca de soluciones porque son unas 1.000 familias las que dependen de las labores relacionadas con el transporte en los barcos.
Según el gremio, se están dejando de transportar más de 4.000 toneladas de carga en cuatro días del paro.
“Desde Buenaventura salen remesas con granos, frutas, huevos, carne y otros elementos de la canasta familiar, además el gas propano, sin contar con otros artículos para la construcción y demás actividades diarias de cada población”, dijo Jesús Riascos, habitante de López de Micay, en el Cauca.