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Actualidad

¡Para una MejorVentura!

By febrero 22, 2015No Comments

Hace un año la violencia fue enterrada simbólicamente por más de 30.000 personas que marcharon ese día mostrando que están creyendo en una Buenaventura mejor. La marcha, liderada por las organizaciones sociales y la diócesis de Buenaventura, demostraba con toda claridad: Buenaventura está cansada de la violencia física – de los desalojos, desmembramientos, de las desapariciones, de la extorsión, de las amenazas – que se vive cada día en la ciudad portuaria de 400.000 habitantes, al igual que de la violencia estructural, manifestándose entre otras, en el racionamiento de agua potable, en los servicios de asistencia sanitaria insuficientes, en el acceso limitado a la educación. Lamentablemente un acto simbólico aún no transforma la realidad, lo más fuerte fue la repercusión mediática de esta marcha de febrero del año pasado que tanto merecía la población bonaverense.

Buenaventura no espera milagros, simplemente espera que los derechos humanos sean respetados y tomados en serio, y por su cumplimiento sus habitantes salieron otra vez a la calle, alzando sus voces y recordando la marcha que acaba de cumplir un año.

La conmemoración de la marcha empezaba con la eucaristía en la Catedral San Buenaventura, celebrada por monseñor Héctor Epalza. Durante la misa el obispo pidió a la población que fuera solidaria y que siguiera luchando de manera pacífica para que una vida en dignidad y en paz tuviera una oportunidad de verdad. “Todos somos Buenaventura, todos somos Pacífico.” confirmó, llamando la atención sobre el papel que tiene cada uno en los procesos de paz en este país.

Después de la celebración, en una entrevista que dio a El País, a la Coordinación Regional del Pacífico, RCN, Telepacífico, y Red Noticias, monseñor Epalza no dejó lugar a dudas que las autoridades también tenían que cumplir su papel, advirtiendo la situación de suministro de agua en la ciudad, que sigue siendo ineficiente y supremamente frustrante:

“Yo espero que el Gobierno nacional cumpla lo que ha dicho: En ocho meses Buenaventura tendrá agua 24 horas al dá.”

El acceso al agua y saneamiento es reconocido como derecho humano, como da testimonio la Resolución 64/292 de la Asamblea General de las Naciones Unidas de 2010. La Resolución advierte de “[…] la importancia de disponer de agua potable y saneamiento en condiciones equitativas como componente esencial del disfrute de todos los derechos humanos […][1]”. Además, “Exhorta a los Estados y las organizaciones internacionales a que proporcionen recursos financieros y propicien el aumento de la capacidad y la transferencia de tecnología por medio de la asistencia y la cooperación internacional, en particular a los países en desarrollo, a fin de intensificar los esfuerzos por proporcionar a toda la población un acceso económico al agua potable y el saneamiento […][2]”.

A grito pelado vinieron las organizaciones sociales, poco después de la conmemoración en la catedral, en la plazoleta frente a la Alcaldía de Buenaventura, para bañarse públicamente con agua tirada con totumo, a  reclamar este derecho. La promesa, tener agua las 24 horas, no se ha cumplido ni en 15 años después de que el acueducto y alcantarillado hubieran sido privatizados desde del año 2002[3], y no es por escasez.

“Es insólito que en Buenaventura, una ciudad que cuenta con nueve cuencas geográficas, no pueda contar con 24 horas de agua potable. Por eso hemos estado aquí, a defender nuestro derecho fundamental al agua potable y diciendo que tenemos derecho a vivir con dignidad, que tenemos derecho a una Buenaventura mejor, que garantiza los derechos fundamentales de las comunidades que las hemos habitado.”, manifestó una de las participantes en la plazoleta mientras sus compañeros seguían bañándose con agua lluvia almacenada en un tanque usando la tradicional totuma.

Con una “totumatón” a los ojos de los funcionarios públicos, los manifestantes en la plaza del CAD, han exigido una vez más que la empresa privada, Hidropacífico, entregue la administración del servicio del acueducto y alcantarillado nuevamente al sector Público – que luego, ojalá, cumpla su papel de suministrar un servicio digno.

Este totumatón es reflejo de la realidad bonaverense, pues, a pesar de la promesa que después de la privatización fuera posible un mejor abastecimiento de la ciudad con agua, los servicios no han mejorado, es decir, la situación está aún peor, y las tarifas son más altas. Algunas comunas de Buenaventura tienen agua dos horas al día, día por medio, a otras, no tan privilegiadas, el agua nunca les llega. A la mayoría de los habitantes le toca recoger el agua de la lluvia que corre por los techos mugrientos e infectados por el paso de cucarachas, ratas, palomas, gatos y de manera obligada deben consumirla. Pero esto no le importa a Hidropacífico ni a las instituciones sanitarias. En efecto, en los tanques en los cuales permanece el agua recogida se esconden otros riesgos para la salud, así abundan cantidad de virus, como Chicunguña (son decenas de casos que se han presentado),  dengue o malaria. Las autoridades municipales siguen asegurando “que las cuatro personas infestadas” vinieron de otros lugares del país”[4], cuando en Buenaventura saben que son muchos más los casos.

Otro derecho fundamental que han venido defendiendo las organizaciones sociales en Buenaventura, es el derecho a la salud. La situación de la atención a la salud sigue siendo un desastre; tristemente no es caso especial en Buenaventura que un herido o enfermo muera en el camino porque el único hospital de segundo nivel que está en quiebra, lo ha rechazado, al igual que la ineficiente clínica Reina Sofía. Es lo que comúnmente llaman “el paseo de la muerte”. Según el obispo, Buenaventura no tiene ni siquiera sesenta camas disponibles para atender a una población de 400.000 habitantes. Y ¿qué tal?, últimamente las ambulancias, que acaban de entregar, no han podido circular  porque no se les ha pagado los seguros – al parecer por falta de recursos en la administración.

Víctimas no sólo hay por falencia del sistema de la salud, la violencia contra la población civil, es decir, asesinatos, desplazamientos, desapariciones persisten, a pesar de que una de las medidas del Gobierno central ha sido militarizar la ciudad, pues, las fosas comunes encontradas últimamente evidencian esta cruda realidad.

¿Por qué será que la estrategia de enfrentar la violencia con 2.400 militares y policías es ineficiente? ¿Qué hay detrás de esa incapacidad militar de controlar barrios que no tienen más de dos entradas?

La verdadera estrategia está en buscar estrategias incluyentes de la población que han sido marginadas y excluidas históricamente. Una solución integral necesaria es, garantizar que las comunidades permanezcan en sus territorios, ya que los impactos más grandes tienen que ver con el control territorial de los actores armados y la instrumentalización de la violencia a favor del desarrollo portuario.

Escasez sí hay en Buenaventura, pero no es de recursos, sino de voluntad política para encontrar soluciones que integren más las necesidades de las propias comunidades. Hay un arrodillamiento de los funcionarios a los intereses económicos foráneos de empresas privadas que están detrás de los territorios recuperados al mar por los pobladores en más de 60 años.

Eventos como la marcha y su conmemoración son importantes, porque muestran que los bonaverenses no se dejan intimidar. Ojalá que sigan saliendo a la calle, y aún más la próxima vez, tienen todo el derecho a una vida digna, a una MejorVentura.



[1]     Resolución 64/292 de de la Asamblea General de las Naciones Unidas (28 de julio, 2010), pág. 2, en: http://www.un.org/ga/search/view_doc.asp?symbol=A/RES/64/292&Lang=S, consulta 21 de febrero, 2015

[2]     Ibíd., pág. 3.

[3]     Ministerio de Hacienda: Aplicación de la Estrategia de Monitoreo, Seguimiento y Control al Distrito Buenaventura-Valle del Cauca (28 de mayo, 2014), pág. 2, en: http://www.minhacienda.gov.co/portal/page/portal/HomeMinhacienda/asistenciaentidadesterritoriales/ValleCauca/SGP/Libro%20Buenaventura.pdf, consulta 21 de febrero, 2015.

[4]     Alcaldía de Buenaventura, “Todos a combatir el Chikungunya en Buenaventura” (02 de febrero, 2015), en: http://www.buenaventura.gov.co/noticias/38/1/5487/%E2%80%9Ctodos-a-combatir-el-chikungunya-en-buenaventura%E2%80%9D-david-caicedo-secretario-de-salud-del-distrito, consulta 21 de febrero.

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