El pasado 11 de abril se realizó una reunión en el Ministerio de Minas y Energía donde se analizó la crítica situación de las empresas locales de energía de Nuquí y de Pizarro, debido a la mora del gobierno nacional en la transferencia de los subsidios y la disminución de los mismos. Las empresas locales poseedoras de plantas de combustible en las zonas no interconectadas vienen siendo estranguladas por este motivo.
En dicha reunión altos funcionarios del Minminas se comprometieron a aprobar la disponibilidad presupuestal y la certificación respectiva por cuantía de 150 millones de pesos para combustible de Electrobaudó.
Sin embargo no se cumplió en su momento y Pizarro se quedó a oscuras desde la ùltima semana de abril.
El 1 de mayo se organizó el comité local de paro cívico dirigido por los educadores y comerciantes locales. El 2 de mayo se cerraron los establecimientos privados y públicos, incluyendo la alcaldía, los colegiso y escuelas, el comercio, los juzgados. El 3 de mayo se cerró el aeropuerto, se impidió la salida de botes y se realizó una marcha de protesta por las calles.
También se pide solución al problema del acueducto local, muy deficiente, que solo suministra agua cruda, sin tratamiento alguno, de la quebrada Coredó y no presta servicio con solo dos días de verano.
La certificación del Minminas por los 15 millones de pesos para el suministro del combustible a Electrobaudó apenas se conoció el pasado 30 de abril. Desde ese momento el gerente de Electrobaudó tramita el combustible con los distribuidores de la Chevron en Buenaventura, pero eso requiere varios días de trámites y transporte.
«No aceptamos vivir a oscuras en pleno siglo XXI», dijo Nicolás Alfonso Andrade, uno de los líderes de la protesta cívica en Pizarro. «El gobierno nacional debe girar a tiempo los subsidios del combustible, aumentar la cuantía para subir las horas de servicio diario y reanudar el proyecto de interconexión eléctrica con Boca de Pepé e Istmina, hoy suspendido».