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La tierra ensangrentada

By febrero 18, 2012No Comments
La tierra ensangrentada

LOSINDIGNADOS. No es que la oligarquía de este país no sepa como resolver los grandes problemas del país, es que no le interesa, porque cualquier solución tiene por necesidad que tocar sus sagrados intereses.

Extrañó, y bastante, la propuesta de Santos de devolverle la tierra a los campesinos despojados y desplazados por la violencia paramilitar, porque aun no es manifiesto sus motivaciones, ¡ultraísmo no es!; la oligarquía nunca lo ha tenido y personajes como Santos menos.

Mucho cuento que le pusieron fecha limite a partir de donde se hacen los reclamos, a partir de1991; pues de no ser así, habría que devolver la mayoría, sino la totalidad de las grandes propiedades en Colombia-100.000 propietarios de fincas de más de 200ha, que tienen en su poder del 41% de la tierra en Colombia-  pues visto en el corto y mediano plazo, tal es su origen. Para no ir muy lejos la violencia del medio siglo XX, también tuvo como uno de sus grandes propósitos, el despojo de la tierra de los campesinos, particularmente en las zonas cafeteras, y despojados se quedaron.

Con su propuesta que promete llevar hasta las últimas consecuencias, Santos alboroto un avispero de los más peligrosos de la extrema derecha en Colombia, corazón del paramilitarismo y del Uribismo: la alianza de los terratenientes, latifundistas y  narcotraficantes; y los mayores beneficiarios con el despojo de la tierra. De paso, uno de los 3 verdaderos huevitos de Uribe, los otros serian,  la mafia de la corrupción pública y privada y los grandes inversionistas nacionales e internacionales.

En Necoclí quedo declarada la guerra con los bananeros de Urabá, los ganaderos de Córdoba y los palmicultores del Chocó, que para eso promovieron y participaron en la violencia paramilitar y la tierra no la van a devolver así no más, ¡pues es mucho el esfuerzo que ha costado!

Que es campo de deslinde con las entrañas mismas del Uribismo, a no dudarlo; pero esto no parece ser motivo suficiente para meterse en un problema de tal magnitud y que ni siquiera hacia parte de su programa de gobierno.
 
Entregar en mayor escala el territorio nacional a la gran minería de las multinacionales y vender la tierra con sus recursos naturales en grandes extensiones a los extranjeros, si parecen ser razones importantes y para eso el gobierno necesita facultades legales para intervenir parques naturales, para disponer de las tierras  baldías para fines distintos a la colonización campesina; y ya están haciendo las reformas legales pertinentes para el efecto, en la ley de tierras que se tramita en el congreso.

Vender tierras a extranjeros, es vender la soberanía y el país mismo. Ni siquiera por venta, sino por alquiler, Méjico perdió la mitad de su territorio a favor de los EEUU en el siglo XIX.

Ya fueron denunciados militares israelíes como “los nuevos amos de de Taganga, corregimiento situado a 10 minutos cerca de Santa Marta, paraíso hoy de paramilitar y narcotraficantes. Al parecer los israelíes están interesados en construir un enclave en el departamento del Magdalena pues también están comprando tierras en el municipio de Pivijay.  Cuando el ejército Israelí este desembarcando tropas en Santa Marta, para defender sus colonias ultramarinas, nos tocará a los colombianos “llorar como mujeres, lo que guardar como hombres no supimos”.

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