Con optimismo observamos los avances que en materia de diálogos viene realizando el Gobierno nacional con las guerrillas colombianas con miras a dar una salida negociada a más de 50 años de conflicto armado. Como plataforma valoramos estos esfuerzos e instamos a las partes a no desfallecer en la voluntad humana de construir escenario políticos sin necesidad de eliminar físicamente al adversario, y mucho menos a la población civil, donde el debate político y la participación se promuevan sin derramamiento de sangre de colombianos y colombianas.
Celebramos el acuerdo del Gobierno y las FARC-EP en constituir una Comisión de la Verdad y los anuncios sobre las medidas de desescalamiento del conflicto armado; estas acciones contribuyen a generar caminos de recuperación de la confianza en la Paz que anhelamos.
La Paz en Colombia es posible mientras se respeten los derechos de los pueblos, su territorio ancestral y su cultura. En este sentido, hacemos un llamado al Gobierno colombiano y a las FARC-EP, para que en el marco de las negociaciones actuales definan cláusulas expresas para la no afectación de los derechos de grupos étnicos en Colombia, que además están reconocidos por la legislación internacional.
Saludamos los acercamientos que el Gobierno ha tenido con la guerrilla del ELN, los cuales esperamos se vean cristalizados en acuerdos y soluciones concretas.
Nos preocupa que en el caminar hacia la conquista de la Paz y la reconciliación se intensifiquen las acciones violentas que afectan de manera especial a la población del Pacífico colombiano. En consecuencia, hacemos un llamado a los actores en confrontación a no realizar acciones militares que pongan en peligro la Vida de la población, la integridad del medio ambiente y los bienes materiales y civiles de la población.
El Pacífico colombiano es un Territorio de Etnias y biodiverso por naturaleza, en donde se han logrado avances en la consolidación de importantes procesos organizativos, desde los cuales han surgido propuestas consensuadas y alternativas como modelos de vida diferentes. En esta región existen más de 7’200.000 hectáreas de títulos colectivos que garantizan la pervivencia como pueblos. En este contexto, las comunidades han avanzado en ordenamientos y manuales de convivencia pacífica que unido a las actuales iniciativas de Diálogo se convierten en fortalezas y puntos de partida para que la Paz en Colombia sea estable y duradera. Por lo tanto, instamos a todos los actores en confrontación a que respeten la autonomía y gobernabilidad que vienen ejerciendo las autoridades tradicionales, consejos comunitarios y cabildos indígenas en la región del Pacífico colombiano.
Por último, señalamos una consigna que es la esencia del trasegar de los pueblos étnicos del Pacífico: El territorio es Vida, y la vida no es posible sin el Territorio.
Pacífico colombiano, 30 de agosto de 2015.
