Por tal razón, este mediodía salió escoltado del albergue temporal de Migración por funcionarios de esa entidad, que lo llevarían a su residencia, en ciudad de Panamá.
En el lugar se informó que el periodista, también columnista de La Prensa, sería llevado a su casa para que hiciera su maleta. Posteriormente, volverá al SNM para concluir el proceso de repatriación.
Sobre lo ocurrido, el abogado Carlos Lee, de la Alianza Ciudadana pro Justicia, aseguró en las instalaciones de Migración que Gómez Nadal prácticamente fue forzado a una repatriación.
Acusaciones
Gómez Nadal y su esposa, la también periodista Pilar Chato, fueron detenidos el pasado sábado, 26 de febrero, durante la cobertura de una protesta indígena contra el nuevo Código de Recursos Mineros, en la Plaza 5 de Mayo.
Ambos fueron arrestados –según la Policía Nacional (PN)– “por alterar el orden público” y “alentar a los indígenas a realizar cierres de calle para rechazar el Código Minero”.
La noche del sábado la pasaron en la sede de la Dirección de Investigación Judicial (DIJ) de la PN. Mientras que ayer en la tarde fueron trasladados a la corregiduría de Ancón, y posteriormente, llevados al albergue del SNM, en avenida Cuba.
Aunque a Gómez Nadal le fue devuelta ayer la video grabadora que usó en la cobertura de la protesta, el periodista denunció que le borraron la grabación que hizo ese día.
En sus columnas en La Prensa, Gómez Nadal ha sido un duro crítico a la gestión del presidente de la República, Ricardo Martinelli. Ha cuestionado, en reiteradas ocasiones, la minería a cielo abierto debido a las consecuencias que se generan por esa actividad.
Además, el periodista participa en la organización defensora de los derechos humanos, Human Rights Everywhere.
Anoche, un grupo de 40 personas realizaron una vigilia afuera de las instalaciones del albergue de Migración. Allí manifestaron su apoyo al comunicador social.
Alba Pedrol, una de las dirigentes ngäbes que estuvo en el sitio, se quejó de una “extraña” presencia de policías que llegaron en tres patrullas repentinamente al sitio donde estaba el grupo. Pese a ello, Pedrol dijo que la vigilia continuó.
