Los niños y niñas que al inicio del enfrentamiento se encontraban en clases salieron despavoridos; también la comunidad en general vivió momentos de angustias y pánico.
Preocupa la presencia de los actores del conflicto armado en los territorios del Pacifico, que en su conjunto violan el derecho internacional humanitario.
Por ejemplo, comenta la gente que durante los combates, la guerrilla disparaba desde la montaña y el ejército usó como trinchera la casa parroquial de san Miguel en López de Micay (Vicariato apostólico de Guapi).
Resultado de este hecho: la Casa parroquial está afectada, la estructura quedó en mal estado, hubo daños en la planta eléctrica, y con base en los recorridos de la gente se dice que todo parece indicar que fueron fusiles propios de la fuerza pública.
Por fortuna no hubo heridos ni afectación a la población civil.
Reiteramos las exigencias al gobierno nacional al igual que a los actores del conflicto armado, que libren la guerra fuera de los territorios colectivos étnicos y respeten los protocolos del derecho Internacional humanitario entre los cuales está la distinción de la población civil y de sitios sagrados como las sedes religiosas.
Solicitamos a los organismos de derechos humanos nacionales e internacionales, la mayor atención frente a la crisis humanitaria que se presenta y que ponen en vilo la vida de la población civil.
Abogamos por una salida política y negociada al conflicto armado que nos ha venido desangrando por más de 40 años.