Todos ellos, convierten a la población no armada en actora- “objeto” para aterrorizar o como una fuente de información. Esta guerra muy a menudo se torna en forma de guerra de guerrillas, “(lo que significa, dividirse en grupos pequeños para atacar en forma selectiva el objetivo, en sus puntos más débiles, secuencias repetidas de ataques y ocultaciones practicadas en series)” y uniendo este concepto con lo que nos dice Johan Galtung, en su triángulo de la violencias, podríamos decir, que en Buenaventura, estos actores armados juntan:
- La violencia directa, la cual es visible, se concreta con comportamientos y responde a actos de violencia.
- La violencia estructural, (la peor de las tres), que se centra en el conjunto de estructuras que no permiten la satisfacción de las necesidades y se concreta, precisamente, en la negación de las necesidades.
- La violencia cultural, la cual crea un marco legitimador de la violencia y se concreta en actitudes.
Para este autor a menudo, las causas de la violencia directa están relacionadas con situaciones de violencia estructural o justificadas por la violencia cultural: muchas situaciones son consecuencia de un abuso de poder que recae sobre un grupo oprimido, o de una situación de desigualdad social (económica, sanitaria, racial, etc,) y reciben el espaldarazo de discursos que justifican estas violencias.[2]
En este nuevo episodio de guerra en Buenaventura, los grupos irregulares, que representan intereses particulares, buscan la sostenibilidad definitiva de su sistema violento y además, ser reconocidos como “la autoridad” en los territorios que habitan. Es decir llegaron con todas sus estrategias de guerra para apropiarse del territorio, de los espacios comunitarios y del imaginario colectivo, y esto lo demuestran a través de las acciones de terror, (descuartizamientos, feminicidios, desapariciones forzadas, desplazamientos forzosos, amenazas, chantajes, cobro de vacunas, intimidación, reclutamiento a menores, acceso carnal violento a mujeres y niñas, prostitución inducida, formación a niños como campanero, sicariato juvenil, apropiación de esquinas y casas donde delinquen o pican a las personas para evitar que sus víctimas sean reconocidas inmediatamente, o que nunca sean reconocidos y enterrados por sus familiares).
¿A quienes atacan en forma selectiva, en sus puntos débiles, con secuencias repetidas de ataque y ocultaciones practicadas en serie?
A los jóvenes…
A los niños y niñas….
A los defensores de los derechos humanos.
A ciertos barrios estratégicos geopolíticamente…
A los del comercio….
A profesionales de la comunicación
A las mujeres…
Y a propósito del mes conmemorativo de las luchas de las mujeres, quiero referirme en esta ocasión, al ataque de las feminas, jóvenes y niñas haciendo énfasis en los siguientes elementos, que las involucran en esa guerra.
Primero: la Vinculación de las mujeres y niñas puede darse a través del aspecto sexual: lo que muchas veces se convierte en acceso carnal violento, convirtiéndolas en novias o amantes obligadas, La violencia sexual contra las mujeres es una agresión directa contra su autonomía, lo que busca esta violencia es la sumisión absoluta de las mujeres al poder patriarcal. En este contexto no se puede hablar de la vivencia de una ciudadanía plena de las mujeres, pues se las ha usurpado de lo más propio que es su cuerpo. Consideramos que por todas estas razones la violencia sexual que viven las mujeres en Buenaventura es un crimen de guerra y también un crimen de lesa humanidad.[3]
De acuerdo con la definición acogida por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como violencia sexual se entiende “todo acto sexual, la tentativa de consumar un acto sexual, los comentarios o insinuaciones sexuales no deseados, o las acciones para comercializar o utilizar de cualquier otro modo la sexualidad de una persona mediante coacción por otra persona, independientemente de la relación de ésta con la víctima, en cualquier ámbito, incluidos el hogar y el lugar de trabajo”.
Segundo: También son vinculadas como miembras activas, a través de su relación de pareja, pues sus compañeros sentimentales las involucran contándoles ciertas acciones delictivas que realizan en el marco del conflicto armado, situación que las convierte en cómplices de grandes secretos, que muchas veces les obliga a continuar en esa relación, situación que las coloca como potenciales víctimas cuando ellas intentan terminar la relación o huir de Buenaventura[4].
Tercero: Esa guerra, agrava y perpetúa la naturalización de la violencia contra las mujeres, que se vuelve irreconocible cuando estas situaciones son consideradas un simple conflicto entre pareja, una violencia intrafamiliar, una lesión personal o lo que se llama comúnmente un “problema de sábana”, hecho que fomenta la apatía colectiva, puesto que como reza el adagio popular “entre pelea de marido y mujer, nadie se puede meter”.
Cuarto: Muchas de las mujeres en Buenaventura más que un botín de guerra, se convierten como una propiedad privada que se usa, se goza y se dispone, por lo tanto marca una tendencia a la Esclavitud sexual, que facilita el camino para el ejercicio de la prostitución precoz con lo cual se alimentan los imaginarios racistas sociales que existen sobre las mujeres negras como calientes, arrechas y brinconas, por lo tanto el cuerpo toma mayor importancia a la hora de asesinarlo puesto que ..“Hay que escarmentar a las brinconas calientes”.
Podríamos decir entonces, que en esta etapa de esa guerra, los grupos irregulares que no respetan el DIH, buscan la sostenibilidad de su sistema de terror, exigiendo obediencia ciega, domesticación de las conductas y regulación de las normas cotidianas como un elemento de vida permanente y sostenido en el tiempo.
Esta sostenibilidad, a mi modo de ver, busca: Uno, mostrar el atractivo que tiene el poder de la ilegalidad. Dos, La legitimación del terror como un medio coercitivo, y Tres, la sostenibilidad del confinamiento doméstico cotidiano especialmente de las mujeres y de las niñas para usar y disponer, lo que no solamente implica la disponibilidad sexual sino el transporte encubierto de armas, informantes (cantar la zona) infiltradas entre los grupos armados tanto regulares como irregulares, lo que las convierte en “sapas” y las vuelve un blanco perfecto para que haya feminicidio, o suicidio (pues ya se han presentado en lo que va corrido del año 2014, 2 casos en que las “mismas mujeres” se han ahorcado), aunque también se presentó un caso cuya reacción de la mujer frente a las agresiones de su marido fue el homicidio[5].
Hoy, cuando el gobierno nacional ha implementado un plan militar de choque “contra los grupos violentos”, Buenaventura esta militarizada y también tiene una gerencia social que busca con inversión capital, (dinero), bajar los índices de violencia, me pregunto ¿un plan de choque es la solución para finiquitar las violencias directas, las violencias estructurales y las violencias culturales que viven las personas de Buenaventura a causa del racismo, del machismo, del sexismo, del capitalismo y de la corrupción a todo nivel?, ¿hasta cuándo durara este plan-militar de choque?, hasta después de las elecciones presidenciales?, hasta que salgan las familias de los territorios?, pues el 1 de Abril hubo un incendio que hizo huir a muchas personas de su espacio vital, será que …¿el plan militar de choque se intensificará si llega al Puerto?, esto es, a los lugares donde “nunca pasa nada”, (por lo menos los descuartizamientos), la zona de bancos, las zonas de embarques y desembarques, las zonas donde están las empresas, los edificios, etc.?
En fin, no alcanzan las palabras para pensar en voz alta esta situación, no alcanzan signos de interrogación que acojan todas las preguntas que en muchas cabezas resuenan, lo cierto es que la gente, no el puerto, la gente de Buenaventura, vive el efecto de una segunda esclavización naturalizada y actualizada. ¿Hay esperanzas?, claro que SI, las muchas mujeres que cotidianamente resisten, las organizaciones que poco a poco suman su grano de arena en propuesta alternativas de trabajo, los jóvenes que se resisten a ser utilizados para una guerra que no es la suya, los agentes eclesiales que viven un compromiso profético de denuncia, los grupos de líderes y lideresas que se unen para alentar las marchas y los plantones, las entidades de carácter humanitario que se ponen la camiseta de manera amorosa para responder ante las emergencias, uno que otro político o comunicador que dicen a través de los medios de comunicación lo que la gente de barrio no se atreve a, los rituales mágicos y amorosos. Hay esperanza, SI, tengo que decirlo en medio de todo, tengo ESPERANZAS, elemento necesario para seguir viviendo y resistiendo amorosamente junto a las mujeres y hombres que buscan y esperan un mejor vivir en la Buena-ventura.
MUJERES ASESINADAS 2014:
MES |
BARRIO |
NOMBRE |
LUGAR DE AGRESION |
MOTIVO |
ARMA UTILIZADA |
ENERO |
ROCKEFELLER |
WENDY VANESA QUIÑONES |
VIA PUBLICAS |
SICARIATO |
ARMA DE FUEGO |
ENERO |
CORREGIMIENTO BOCANA |
NN |
VIA PUBLICAS |
SICARIATO |
ARMA DE FUEGO |
FEBRERO |
PUEBLO NUEVO |
MAYDIS RENTERIA GARCIA |
BILLARES |
SICARIATO |
ARMA DE FUEGO |
FEBRERO |
VIENTO LIBRE |
MARISOL MEDINA ARBOLEDA |
CAÑADUZAL |
RIÑAS |
CONTUNDENTE |
FEBRERO |
CASCAJAL |
MARIA FERNANDA DE LA ROSA SEGURA |
INTERIOR TAXI |
SICARIATO |
ARMA DE FUEGO |
FEBRERO |
OLIMPICO |
MARI JENNY ORTIZ CAMACHO |
VIAS PUBLICAS |
RIÑAS |
ARMA BLANCA |
FEBRERO |
ROCKEFELLER |
CLARA EMILSEN ANGULO EMILSEN |
VIA PUBLICAS |
SICARIATO |
ARMA DE FUEGO |
MARZO |
ALBERTO LLERAS CAMARGO |
MEINER YAMILET BARAHONA |
CASAS DE HABITACION |
VIOLENCIA INTRAFAMILIAR |
ARMA BLANCA |
MARZO |
|
GLORIA STEFANIA BRANDO SALAZAR |
FOSA COMUN |
SICARIATO |
DESMEMBRADA |
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[2] Galtung, Johan. (2003). Tras la violencia, 3R: reconstrucción, reconciliación, resolución. Afrontando los efectos visibles e invisibles de la guerra y la violencia. Gernika: Bakeaz/Gernika Gogoratuz.
[3] Documento final, diagnostico, Proyecto: identificación, prevención y respuesta frente a la violencia sexual basada en género, en el marco del conflicto armado, en el Distrito de Buenaventura. Documento final – diagnostico participativo. Año 2012. ACNUR – Fundación Akina Zaji Sauda
[4] Este punto fue construido junto a las funcionarias de la Oficina de Mujer y Genero y Secretaria de Gobierno (Sandra Sarria y Mercedes Segura).
[5] Este punto fue escrito junto a las funcionarias de la Oficina de Mujer y Genero y la Secretaria de Convivencia (Sandra Sarria y Mercedes Segura)