Este consejo comunitario es un territorio de la mayor diversidad de especies de flora y fauna que adornan el complemento de la vida en el Pacífico, por eso la gente siente que las “retroexcavadoras” le quieren romper la esencia de su existencia.
Es de recordar que este municipio todavía llora a los 7 muertos del 23 de julio de 2014, y ahora están entrando cuatro máquinas pesadas (retroexcavadoras) a esta parte de la cuenca del rio Saija, que van a acabar y destruir un territorio colectivo étnico ambientalmente sostenido por las comunidades desde tiempos ancestrales, donde además hay sitios sagrados de protección especial.
La gente ante los riesgos y amenazas de la entrada de las “retroexcavadoras” envió el 2 de junio de 2014 oficios a entidades como la Defensoría del Pueblo y la Unidad de Restitución de Tierras, pero nadie ha respondido. Ante esta nueva calamidad hacemos un llamado público a los organismos y entidades del Estado a detener las acciones que van contra los territorios étnicos en la costa Pacífica de Cauca, en especial a las entidades públicas que permiten la salida de estos aparatos desde Buenaventura (departamento del Valle del Cauca).
Las Comunidades Negras en la costa Pacífica del Cauca sufrimos el rigor de la minería a gran escala que acelera nuestra pobreza y ahonda la miseria de nuestras vidas, históricamente marginadas y abandonadas por el Estado en su conjunto.
Frente a los hechos responsabilizamos al Gobierno en todos sus niveles al igual que a las entidades respectivas, por los daños que están sufriendo nuestros territorios étnicos y colectivos, las comunidades y sus autoridades étnicas, en especial las referidas a este Consejo Comunitario.
Al Ministerio Público como la Procuraduría y Defensoría del Pueblo, y demás organismos, les instamos al cumplimiento de su deber de exigirle al Gobierno colombiano el respeto a nuestra etnia.
A la sociedad civil y la comunidad internacional su apoyo, acompañamiento y presión sobre el gobierno de Colombia.
