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A propósito de la Encíclica LAUDATO SI’ SOBRE EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN

By junio 18, 2015noviembre 9th, 2024No Comments
A propósito de la Encíclica LAUDATO SI' SOBRE EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN

Dice en apartes: «La violencia que hay en el corazón humano, herido por el pecado, también se manifiesta en los síntomas de enfermedad que advertimos en el suelo, en el agua, en el aire y en los seres vivientes. Por eso, entre los pobres más abandonados y maltratados, está nuestra oprimida y devastada tierra, que «gime y sufre dolores de parto» (Rm 8,22). Olvidamos que nosotros mismos somos tierra (cf. Gn 2,7). Nuestro propio cuerpo está constituido por los elementos del planeta, su aire es el que nos da el aliento y su agua nos vivifica y restaura».

En otro aparte el Papa Francisco destaca: «Hago una invitación urgente a un nuevo diálogo sobre el modo como estamos construyendo el futuro del planeta. Necesitamos una conversación que nos una a todos, porque el desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos interesan y nos impactan a todos».

Sobre la cuestión del agua, ya habiendo tocado el tema del clima, destaca:
«Conocemos bien la imposibilidad de sostener el actual nivel de consumo de los países más desarrollados y de los sectores más ricos de las sociedades, donde el hábito de gastar y tirar alcanza niveles inauditos. Ya se han rebasado ciertos límites máximos de explotación del planeta, sin que hayamos resuelto el problema de la pobreza».
(…) «En realidad, el acceso al agua potable y segura es un derecho humano básico, fundamental y universal, porque determina la sobrevivencia de las personas, y por lo tanto es condición para el ejercicio de los demás derechos humanos. Este mundo tiene una grave deuda social con los pobres que no tienen acceso al agua potable, porque eso es negarles el derecho a la vida radicado en su dignidad inalienable».

Sobre la biodiversidad destaca: «Cada año desaparecen miles de especies vegetales y animales que ya no podremos conocer, que nuestros hijos ya no podrán ver, perdidas para siempre. La inmensa mayoría se extinguen por razones que tienen que ver con alguna acción humana. Por nuestra causa, miles de especies ya no darán gloria a Dios con su existencia ni podrán comunicarnos su propio mensaje. No tenemos derecho».
Y destaca: «hoy no podemos dejar de reconocer que un verdadero planteo ecológico se convierte siempre en un planteo social, que debe integrar la justicia en las discusiones sobre el ambiente, para escuchar tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres».

 
Sobre la cultura destaca el Papa Francisco: «La visión consumista del ser humano, alentada por los engranajes de la actual economía globalizada, tiende a homogeneizar las culturas y a debilitar la inmensa variedad cultural, que es un tesoro de la humanidad. Por eso, pretender resolver todas las dificultades a través de normativas uniformes o de intervenciones técnicas lleva a desatender la complejidad de las problemáticas locales, que requieren la intervención activa de los habitantes. Los nuevos procesos que se van gestando no siempre pueden ser incorporados en esquemas establecidos desde afuera, sino que deben partir de la misma cultura local».
(…) «Es indispensable prestar especial atención a las comunidades aborígenes con sus tradiciones culturales. No son una simple minoría entre otras, sino que deben convertirse en los principales interlocutores, sobre todo a la hora de avanzar en grandes proyectos que afecten a sus espacios».

En la situación que vienen planteando algunas agencias que hablan de protección ambiental para de alguna manera reducir el efecto invernadero, el Papa dice: «Algunas de las estrategias de baja emisión de gases contaminantes buscan la internacionalización de los costos ambientales, con el peligro de imponer a los países de menores recursos pesados compromisos de reducción de emisiones comparables a los de los países más industrializados. La imposición de estas medidas perjudica a los países más necesitados de desarrollo. De este modo, se agrega una nueva injusticia envuelta en el ropaje del cuidado del ambiente».

Con esta citas pretendo plantear La Encíclica como fuente principal para nuestro trabajo cotidiano sobre territorio, minería y medio ambiente, adecuándola a la realidad del Pacífico colombiano.

El Papa Francisco, una vez más, reconociendo como él lo hace, que no es un pionero de la Iglesia en estos temas, pone nuevamente en evidencia la discusión de que hay un solo planeta y debemos construir políticas de salvamento; por tanto, los países desarrollados y las grandes corporaciones (incluida la ONU a quien hace una fuerte crítica por la debilidad de sus declaraciones y presión contra las grandes multinacionales y Estados ricos), deben de una vez por todas, tomar acciones serias en ese sentido. Recuerda que los políticos deben estar a tono con la ecología que está estrechamente ligada con la dignidad de todo ser humano.

Muchas gracias.

JDurán

Fuente: Papa Francisco. Encíclica LAUDATO SI` SOBRE EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN. Recuperado en http://w2.vatican.va/content/francesco/es/encyclicals/documents/papa-francesco_20150524_enciclica-laudato-si.html