Durante los dos días más de 30 personas, entre mujeres y hombres, representes líderes de los Consejos Comunitarios de los municipios Guapi, Timbiquí y López de Micay, discutieron sobre la problemática de la minería y las graves consecuencias ambientales y sociales que conlleva esta actividad extractivista mecanizada para las comunidades en la costa pacífica.
Los participantes del foro expresaron la gran preocupación por la crisis alimentaria que se viene presentando en la región, y sus afectaciones a largo plazo, esto debido a la alarmante contaminación de los ríos con mercurio y cianuro, la pesca está contaminada y está disminuyendo. Aún encima los suelos revueltos y contaminados en las orillas – sólo a lo largo del río Timbiquí se contaban al rededor de 105 retroexcavadoras – ya no permite cultivos de plátano y yuca, que al igual que el pescado hacen parte de los alimentos básicos de los pueblos afros e indígenas.
Las comunidades cuentan como la actividad minera ya está generando secuelas en la salud de las personas, en especial de los niños, los alimentos contaminados por el mercurio como la piangua, el pescado bocachico, el camarón, ya consumidos son un veneno para la vida, perjudica el sistema nervioso y propicia enfermedades como la minamata.
“Escucho eso y me pregunto, si seguimos así, ¿qué vamos a comer en el futuro?, ¿de qué vamos a vivir, y dónde?” se preocupa un líder del río Saija. “Obviamente el oro no se puede comer. ¿Y qué nos sirve si el precio son enfermedades y por la contaminación ya no tenemos dónde vivir?” Para los participantes del foro la fiebre del oro se ha vuelto en una pregunta esencial: ¿Optamos por el oro o por la vida?
Por ahora los Consejos Comunitarios de la costa Pacífica del Cauca optan por la acción y la incidencia. Son los dueños de los territorios y por eso no van a permitir que se acabe con ellos. Al contrario, van a buscar los espacios adecuados, locales, nacionales e internaciones para hacerse escuchar; por ejemplo en la Mesa Departamental Minera Ambiental del Cauca, instalada por el gobernador – con él mismo quieren hablar y presentar un diagnóstico sobre la situación minera en los tres municipios. Mientras tanto también hay otras cosas que se pueden hacer – en lo pequeño: sensibilizar a sus comunidades. Hablar con sus familias, vecinos y amigos de las consecuencias que conlleva la minería y los daños a generaciones futuras.