Yo llegué al movimiento negro por casualidad, empujado por las circunstancias, mis propias búsquedas y las motivaciones del trabajo con jóvenes en circunstancias especialmente difíciles. De entrada entendimos que el racismo y la discriminación racial constituyen circunstancias especialmente difíciles que han marcado nuestras vidas, como afrodescendientes, por muchas generaciones y cuyos efectos y consecuencias, tal como fue reconocido en 2001, por la Tercera Conferencia Mundial contra el Racismo se mantienen en el tiempo.
Como activista del Proceso de Comunidades Negras en Colombia - PCN – le apostamos al Congreso Nacional de Consejos Comunitarios y Organizaciones como la posibilidad de resolver los problemas de interlocución con el Gobierno Nacional, de establecer un protocolo propio para el ejercicio del derecho a la Consulta Previa, Libre e Informada y para avanzar en la reglamentación de los capítulos IV, V, VI y VII de la Ley 70 de 1993, una tarea postergada por cerca de 20 años por falta de voluntad política de Gobierno Nacional y porque para algunos y algunas representantes de nuestras comunidades, la agenda de derechos de nuestro pueblo no era rentable y por eso no avanzó sustancialmente a lo largo de todos estos años. Nuestra apuesta es también contra la falta de transparencia, las consultas exprés y las decisiones a espaldas de las comunidades.
Había un entendimiento con el Gobierno, desarrollado a partir del 10 y 11 de enero del 2013, para aprender conjuntamente y sacar adelante una agenda que comprendía también las Consultas Previas de los proyectos de ley de reformas al código de minas, a las corporaciones ambientales y a la ley de tierras y desarrollo rural. Por cerca de dos meses el convencimiento de que podíamos aprender conjuntamente y contribuir a resolver problemas del país y de nuestras comunidades, animaron el esfuerzo de muchos activistas de diversas expresiones del Movimiento Social Afrocolombiano. Autónomamente el Gobierno Nacional optó, según fue comunicado, el 11 de marzo del 2013, por tomar decisiones equivocadas y repetir caminos ya andados, mientras expresaba, con la distinción entre lo urgente (lo del Gobierno) y lo importante (lo de las comunidades) que estaba comprometido con el Congreso y mantenía el ofrecimiento de recursos para el mismo. Ante esto, lo único que podemos hacer es alertarnos y prepararnos para la defensa de nuestros derechos a la participación, a la consulta previa, libre e informada y al derecho al desarrollo en el marco de nuestras aspiraciones culturales. El que ha sido picado de culebra, le tiene miedo a la lombriz, por eso como PCN pedimos garantías para hacer seguimiento y veeduría a «esas consultas» y a todas las actividades que en el marco anunciado se adelanten. El derecho a la Consulta Previa, Libre e Informada está en riesgo y lo menos que podemos hacer es velar porque los principios y estándares fijados por la corte constitucional y el Convenio 169 de la OIT no se sigan degradando.
Nosotros como PCN creemos y defendemos los derechos de todos los afrodescendientes en Colombia. Es el mandato de la Primera Asamblea Nacional de Comunidades Negras de Tumaco en 1992. Desde ese mandato nos comprometemos e invitamos a todos los consejos comunitarios, a las comunidades de los territorios ancestrales, a los afrocolombianos en las ciudades y en situación de desplazamiento a asumir este desafío como propio, como parte del camino por la libertad que nos legaron nuestros mayores.
Este esfuerzo requiere igualmente del apoyo, la solidaridad y el acompañamiento de todos y todas las que dentro y fuera del país tienen un compromiso con las luchas contra el Racismo y por la Justicia Social.
El Congreso es un paso necesario en la lucha por nuestra dignidad y autonomía como pueblo. El Congreso Va…
