En el año 2009 cuando se realizó la quinta asamblea de COCOMACIA en Isla de los Rojas, municipio de Murindò, en el Atrato medio antioqueño, los representantes legales de las organizaciones ètnicoterritoriales de esa subregión del Chocó, que pertenecen al área de influencia de la organización campesina, solicitaron la declaratoria del viejo pueblo de Bellavista, Bojayà, como santuario a la memoria y la necesidad de empezar proceso de conservación de los lugares que daban cuenta de las atrocidades de los violentos con sus seres queridos.
Sin embargo, el pasado 23 de septiembre de 2011, el Alcalde de Bojayà, Manuel Joaquín Palacios, y un grupo de miembros de la policía nacional llegaron hasta el viejo pueblo de Bellavista, lugar en donde ocurrió hace 9 años la simbólica masacre de Bojayà, que dejo a más de 100 personas muertas, y procedieron a sellar trabajos de preservación de la menoría histórica que venía realizando la comunidad de Bojayà con el apoyo de la Diócesis de Quibdó.
“La construcción de estas obras estaban ayudando a sanar nuestro dolor y a recordar a nuestros muertos de otra manera, no de su deceso tan vil por parte de los actores armados, no entendemos que llevo al alcalde a obrar así”, palabras de un miembro de la comunidad bojayaseña que hoy siente gran dolor e indignación por esta situación.
Hasta la fecha la construcción de estas obras se ha paralizado y el alcalde no da explicación alguna del porque se llevó a cabo esta diligencia que preocupa en gran medida a los dolientes de las víctimas de esta masacre que aun duele en la memoria del Chocó.
