En el Río Dubaza, en las comunidades indígenas de Doparé, Piedra Mula, Docasina, Pueblo Nuevo, Punto Viejo, Villa Miriam, Debada, Jeandó, Dupurdú, Andeudo, Carrizal, entre otras, se presenta una grave crisis humanitaria y una constante violación a los Derechos Humanos e infracciones al Derecho Internacional Humanitario por el repetido accionar de los actores armados ilegales (ELN, Rastrojos, Águilas Negras Urabeños) presentes en la zona, que desde el pasado cinco de mayo libran enfrentamientos en los territorios colectivos de los resguardos indígenas de la subregión. Esta situación ha generado el desplazamiento de más de 1300 personas, entre los que se cuentan niños, niñas, adultos mayores y mujeres en estado de embarazo, quienes hoy se encuentran en las comunidades de Catrú Central, Puerto Meluk y Puerto Echeverry donde ya empiezan a presentar problemas de salud; otro grupo de pobladores huyeron a las montañas del Baudó sin que se conozca su estado por la imposibilidad de encontrarlos, un miembro de la comunidad perdió la vida al caer en un artefacto explosivo, la explosión le quito una mano y una pierna causándole la muerte de manera inmediata. En algunas comunidades hay alrededor de cien personas quienes han manifestado su intención de desplazarse para salvaguardar su vida. A esta crítica realidad se suma la falta de médicos para atender a los desplazados, solo dos se encargan de ellos, no hay ningún otro profesional de la salud y no hay medicamentos para los enfermos.
ALERTAMOS: el día sábado 24 de mayo, todas las instituciones que están atendiendo la situación salen de la zona, lo que dificulta la atención a las más de 1300 personas que requieren urgente cuidado agravando la crisis humanitaria que se presenta.
Frente a esta calamidad, nos unimos al clamor de las comunidades exigiendo la presencia del gobierno nacional, departamental y municipal, así como a la UARIV – CHOCÓ para que adelanten acciones efectivas que permitan mitigar los daños ocasionados por la incursión de los violentos.
Alertamos a todas las autoridades, a la cooperación internacional, a los medios de comunicación por el aumento, la presencia y accionar de los grupos armados ilegales en estas comunidades quienes en medio de su disputa por el control territorial vienen involucrando a los habitantes en su guerra sin sentido.
Exigimos a los actores armados ilegales salir de la región y dejar por fuera de su violencia absurda a las comunidades indígenas que le apuesta a la paz y solo quieren vivir tranquilos en sus territorios.