Bojayá es recordada porque fue allí donde los paramilitares y el frente 58 de las FARC disputaron una batalla el 2 de mayo de 2002 en la que la población quedó en la mitad del fuego cruzado. Más de 100 muertos quedaron tendidos en la iglesia tras el estallido de un cilindro bomba donde se había refugiado los pobladores.
Esta población no sólo se ha convertido en el símbolo del dolor para los chocoanos por lo que sucedió, sino que también hoy es mencionada por los constantes actos de corrupción que allí se han fraguado. En las últimas semanas se conoció que en las pasadas elecciones al Congreso se forjó en ese poblado un fraude electoral de inmensas proporciones.
El caso es tan grave que no ha permitido que las autoridades electorales definan el nombre de uno de los dos representantes a la Cámara por ese departamento. El tema es discutido por estos días por los magistrados del Consejo Nacional Electoral que aún no han logrado ponerse de acuerdo en confirmar o desestimar el fraude.
Pero en Bojayá se habría gestado otro acto en contra de los intereses de los chocoanos. La nueva administración de la Fiscalía, que promete desengavetar procesos olvidados de corrupción, está tras la pista de los responsables de otro fraude, esta vez en el área de la salud.
Según conoció Semana.com se trata de una estafa cercana a los 2.000 millones de pesos en la que estarían involucrados, empresas de la salud, médicos y funcionarios de la Secretaría de Salud que habrían prestado para armar toda una simulación con la prestación de servicios.
Los fiscales investigan, basado en documentos que tienen en su poder, supuestas brigadas de salud realizadas en Bojayá que no se realizaron y otros servicios prestados en Quibdó a ciudadanos ‘fantasmas’. Algunos de estos documentos son falsos y otros presentan alteraciones. Con eso le cobraron al departamento sumas elevadas de servicios y procedimientos quirúrgicos que nunca se prestaron, así como medicamentos que nunca llegaron al usuario final. Semana.com se abstiene de publicar los nombres de funcionarios y de las empresas para no entorpecer la investigación.
Al mismo tiempo en que avanzan las pesquisas, los fiscales dieron un primer golpe en un caso similar. El martes pasado fue capturado un hombre identificado como Harlan Lozano Quinto sindicado de los delitos de fraude procesal, falsedad en documento público y enriquecimiento ilícito.
Este chocoano, según la Fiscalía, falsificó documentos y firmas del gerente de salud departamental que ordenaban el suministro de medicamentos a pacientes cobijados por el sistema de salud departamental. La estafa llegó a 350 millones de pesos. Los investigadores están tras la pista de otros casos parecidos.
Durante muchos años se ha dicho que uno de los males del departamento de Chocó es el acceso de la comunidad al sistema de salud. Falta mucho por hacer desde el Gobierno Nacional. Pero también en cierto que para los políticos regionales y los reconocidos ‘carteles de abogados’ este sector se ha convertido en el principal botín, lo cual no permite que los recursos lleguen a sus principales beneficiarios.
