Es lamentable tener que informar a la opinión pública un nuevo hecho que atenta contra los Derechos Humanos de las Comunidades Indígenas del departamento del Chocó. El día 19 de marzo de 2017, a la 1:00 de la tarde, el menor de 14 años, Dairito Rubiano Mecheche, de la comunidad indígena Pichindé del municipio de Riosucio, pierde una de sus extremidades inferiores al caer en un campo minado a solo cien (100) metros de la comunidad. El suceso provocó pánico y confinamiento. La comunidad permanece sin salir a las fincas a recolectar el maíz y el plátano para alimentar a sus familias, existe orden desde los grupos insurgentes de no salir a los caseríos y lugares de trabajo. También se suspendieron las actividades escolares por temor de los niños y niñas puedan sufrir otro hecho lamentable en el camino hacia la escuela.
La Organización regional Asociación OREWA, en reiteradas oportunidades ha dado aviso y ha denunciado ante las diferentes instituciones del Estado, Organizaciones No Gubernamentales, Organismos garantes de los Derechos Humanos, la grave crisis humanitaria que en los últimos años se ha encrudecido debido al conflicto armado interno, en donde están inmersas las comunidades indígenas del departamento. Un conflicto armado, que teníamos la esperanza que decreciera con la negociación de paz entre el Gobierno Nacional y la guerrilla de las FARC – EP, sin embargo, vemos con gran preocupación que los hechos se agudizan con el transcurrir de los días. Nuestras comunidades indígenas están en medio de la guerra y todavía no hay acciones ni ningún tipo de intervención estatal que frenen estos hechos de violencia que empañan de sangre nuestros territorios originarios.
Por ello solicitamos medidas urgentes de atención a nuestras Comunidades Indígenas, que siguen siendo víctimas de la guerra y del abandono estatal que los aleja tener una vida digna, como lo reglamenta nuestra Constitución Nacional, ratificadas con las diferentes Sentencias emitidas por la Corte Constitucional y los tratados internacionales.
Hacemos un llamado las instituciones para que se brinde un acompañamiento psicosocial de manera urgente a este joven, que se establezca una ruta de atención, para él, su familia y la comunidad, pues este hecho no solo afecta a una persona sino a una colectividad. No podemos seguir permitiendo que nos mate la guerra, la indiferencia y la falta de acciones por parte de un Gobierno que le apuesta a la paz, mientras en los territorios nos está matando la guerra, la minería y el abandono estatal, por falta de garantías a la vida y la integridad de las Comunidades Indígenas.
CONSEJO DE AUTORIDADES DE LA ASOCIACIÓN OREWA