La región del Pacífico colombiano ha estado expuesta a la expoliación mediante políticas extractivistas coloniales antes, y estatales actualmente, que han dejado un inmenso daño social y ambiental. Sin embargo, el gobierno continúa apostando a estas políticas mediante el impulso de la llamada locomotora minera al servicio de compañías multinacionales como la Anglo Gold Ashanti. Estas políticas arrasan con la minería tradicional y artesanal, principal sustento de gran parte de las familias afrocolombianas. Por su parte, los indígenas tienen una apuesta de no a la minería. El espejismo de la minería es un recorrido de locomotora que comienza con la intervención de la compañía Chocó Pacífico que no dejó sino pobreza en la región del San Juan chocoano, hasta las nuevas disposiciones que deben contar con la obligación estatal de la consulta previa, libre e informada.