https://youtube.com/watch?v=uUGBKqieh-w%26rel%3D0%26fs%3D1
«Es hora de que nos encontremos, de que nos abracemos y que nos demos cuenta que esta es la única Madre Tierra que tenemos. Tenemos que defendela, tenemos que liberarla y tenemos que seguirla conservando porque la única herencia que nosotros le podemos dejar a nuestros hijos es la tierra. ….. Para seguir perviviendo» (Feliciano Valencia)
Es necesario garantizar a plenitud procesos de consulta previa libres e informados de programas, proyectos, leyes. Lo anterior, máxime cuando el Estado viene imponiendo una concepción muy distinta de tan importante tema, hasta el grado de considerar que dicho proceso se puede aproximar a dar informes de lo que tienen pensado en términos de las estrategias del modelo de desarrollo a implementar en todo el país, incluyendo los territorios indígenas. Es evidente que todo se define según las obligaciones de cumplimiento del Gobierno de turno, quienes tienen los mayores intereses en sacar adelante proyectos, programas y leyes tendientes a profundizar la apertura del país frente al gran capital expoliador de los territorios, culturas y sociedades indígenas, a través de una locomotora legislativa que nos desborda.