No deja de ser preocupante la situación que denuncian los participantes en las zonas rurales: presencia de planes para grandes proyectos de minería, forestales y portuarios, confinamiento de muchas comunidades, reclutamiento de jóvenes, prohibición a la libre circulación, desplazamiento, asesinatos, narcotráfico, minas antipersonas, fumigación de los cultivos de pancoger, corrupción entre otros.
Es escandalosa la cifra de 170 muertos en ocho meses, la mayoría jóvenes, que se presenta en Tumaco y el desplazamiento interno y confinamiento de algunas familias en los barrios de la ciudad.
Todos coinciden en que el abandono estatal está presente en muchos de esos factores de violencia, que deja en manos de los actores armados la “gobernabilidad”, violando todos los derechos humanos e internacional humanitario, que generan destrucción del tejido social, desplazamientos y vulnerabilidad de los procesos organizativos, situación que facilita llevar a cabo las concesiones a empresas multinacionales dentro del modelo económico extractivo.
Un asunto de suma preocupación denunciada en el foro es la connivencia de la fuerza pública con estructuras narcotraficantes y paramilitares de las Águilas Negras y Los Rastrojos.
La propuesta de fortalecimiento organizativo que lleve a cabo procesos de resistencia es la alternativa que se decide trabajar. El seguimiento de las recomendaciones del Comité del Pacto Internacional de DESC y del Auto 005 emanado de la Corte Constitucional, serán herramientas para desarrollar en la defensa de los derechos.
