La Conferencia de Religiosos de Colombia, consecuente con su misión en defensa de la vida y fiel al Evangelio, lamenta profundamente la muerte del Padre Herminio Calero, en confusos hechos con la Policía Nacional de Cundinamarca, acaecidos el 20 de agosto en las horas de la mañana en la autopista sur entrada al municipio de Soacha.
La Policía Nacional se comprometió a esclarecer a la mayor brevedad este triste suceso.
El sacerdote afro, pertenecía a la diócesis de Buenaventura y prestaba servicios pastorales en la capilla Santiago de las Atalayas en Bosa. Era delegado de la diócesis de Soacha para la pastoral afro.
El personero de Soacha, Fernando Escobar, dijo a Semana.com que las versiones preliminares hablan de un forcejeo entre una persona que se opuso a una requisa y un agente de la Policía, quien desenfundó su arma y “al parecer se disparó causándole la muerte instantánea al religioso”, quien viajaba en un taxi junto a otras personas, vehículo que estaba detenido en el retén policial.
Escobar no asegura que el cura, oriundo de Buenaventura y de 36 años, protagonizara el forcejeo con el policía, pero lamenta que estos hechos sucedan por intolerancia tanto de ciudadanos como de los guardianes de la autoridad.
Los hechos ocurrieron hacia las 3 de la mañana del viernes en la vía entre Bogotá y Soacha, en el sector de Quintanares.
El coronel Fabio Castañeda, comandante de la Policía de Cundinamarca, entregó a los medios de comunicación otra versión, según la cual algunos hombres que acompañaban al sacerdote venían en estado de embriaguez y uno de ellos se enojó y en un forcejeo con un policía el arma se disparó accidentalmente.
Agregó que “hubo un cruce de voces y de un momento a otro los cuatro trataron de agredir al policía y uno de ellos intentó quitarle el arma de fuego. Hubo un forcejeo para evitar el hurto de la pistola y en ese forcejeo resultó herido de muerte” el religioso, quien falleció poco después.
Por su parte el padre Reynaldo Vargas, canciller de la Diócesis de Soacha, lamentó el hecho.
“Esto es muy extraño porque el padre Calero era un hombre muy tranquilo. De todos modos, el tema está en manos de la Fiscalía”, dijo Vargas.
Castañeda señaló que los cuatro policías implicados deberán someterse a investigaciones de tipo penal y disciplinario.
Herminio Calero nació en Buenaventura el 20 de agosto de 1974; se ordenó el 3 de agosto de 2002. Este joven sacerdote realizó su servicio pastoral como vicario parroquial de Nuestra Señora del Carmen del barrio Pueblo Nuevo de Buenaventura.
Tomado de la CRC y de Semana.com