Desde el pasado sábado 23 de Mayo no hay un día en que Tumaco haya descansado, son frecuentes las cargas explosivas que atentan contra las fuerzas del orden y la infraestructura social, pero también contra la vida y la salud de toda nuestra población que hoy padece pánico colectivo y no sabe que hacer por la incertidumbre que se vive de riesgo y temor por lo que pueda ocurrir a sus alrededores.
Algunos hechos como: Atentados a nuestras instituciones (cargas explosivas en inmediaciones a las instituciones educativas), a la infraestructura energética (voladura de torres), al ecosistema (voladura de oleoducto, derrame de crudo contaminando los ríos), asesinato a un miembro de la Policía Nacional (patrullero incinerado), daños y afectaciones generadas a nuestra comunidad, con todos sus sectores e instituciones, a la Misión Médica (afectación a una ambulancia producida por una carga explosiva), a los servicios de transporte público (afectación a una buseta por carga explosiva), a nuestros niños y jóvenes insertados en la confrontación armada, permitiendo reproducir la violencia y la exclusión.
En estos momentos nos encontramos sin suministro de energía, a causa de la voladura de torres situación que afecta a la población, ocasionando daños económicos irreparables en todos los sectores, provocando escasez de agua, incendios en casas por el uso nocturno de velas. No deben olvidar que Tumaco tiene una de las tasas de desempleo más altas del país y que la mayoría de las familias de este municipio, prácticamente viven del comercio informal. Esta misma situación la viven poblaciones de la costa Pacífica nariñense.
Igualmente rechazamos firmemente estas acciones inhumanas e insensatas que están ocasionando en la comunidad, perdida de la movilidad, desestabilización emocional, desplazamientos, confinamiento de comunidades y fragmentación del tejido social que lo único que genera es el sentimiento de rechazo colectivo a estos actores que han perdido su rumbo en una guerra absurda contra una sociedad que quiere y desea vivir en PAZ y que día a día lucha por resolver sus problemas de necesidades básicas, generadas por el incumplimiento por parte del Estado colombiano de los derechos consagrados en la constitución.
Es hora que ustedes, los grupos armados ilegales entiendan que la violencia y las armas no son ni serán el camino para lograr la PAZ, es hora que entiendan que la sociedad en su conjunto rechaza estos actos de barbarie, es hora que entiendan que no queremos más violencia en nuestros territorios de la Costa Pacífica, queremos la PAZ con justicia social, para nosotros y nuestras generaciones venideras.
PETICIONES
- Exigimos a los grupos armados ilegales, cualquiera que sea su origen, que no involucren a la sociedad civil en esta guerra absurda.
- Exigimos a los distintos grupos armados que cesen las afectaciones a los servicios públicos como energía, agua y libre tránsito, ya sea por las voladuras de torres eléctricas o por atentados al oleoducto trasandino o por artefactos explosivos ubicados en vías y lugares públicos.
- Solicitamos al gobierno Nacional considerar darle trámite a la propuesta de cese bilateral, como una de las alternativas que hay para frenar esta debacle humanitaria que tanto ha afectado a la sociedad colombiana, nariñense y en especial a la de Tumaco y la Costa Pacífica.
- Exigimos a la Alcaldía, Personería, Defensoría que urgentemente tomen las acciones necesarias para proteger la vida de los habitantes. Es deber del Estado proteger a una comunidad que ha tenido el valor de ejercer resistencia ante los grupos armados.
- Pedimos al gobierno local, departamental y nacional soluciones de fondo, concretas y viables sobre la disminución de las necesidades de insatisfacción de la población y garantía de los derechos a los ciudadanos.
- Exigimos a la mesa de negociación de las FARC – EP y del Gobierno, una respuesta frente a este pronunciamiento y peticiones.
- Solicitamos a la comunidad internacional darle seguimiento a estas peticiones.