En medio de muchas precauciones, Jhonatan Ortiz, hijo del asesinado exconcejal Stalin Ortiz, regresó ayer a Buenaventura. Lo hizo con cautela porque desde que su padre murió él y su familia han sido víctimas de constantes amenazas y persecuciones.
Luego de publicar en su cuenta de Facebook un video en el que él mismo hace serias acusaciones sobre los supuestos responsables de la muerte de su padre, el hijo del exconcejal del Partido Liberal habló con El País del temor que siente porque el homicidio de su padre quede impune.
Y es que -recuerda- después de un año y seis meses no hay ningún avance en la investigación. Para Jhonatan eso se debe a que detrás de la muerte de su padre habría presiones políticas.
El asesinato del concejal ocurrió el 28 de enero del 2013 a las 6:45 de la tarde. El político bonaverense fue atacado en el sur de Cali, cuando el vehículo en el que se movilizaba con su escolta se detuvo en un semáforo.
Este hecho generó una fuerte confrontación en Buenaventura, pues los familiares de Stalin Ortiz sostienen que el alcalde Bartolo Valencia, el representante a la Cámara Hernán Sinisterra Valencia y grupos armados ilegales del Puerto serían responsables de su muerte, debido a una puja por controlar el hospital Luis Ablanque de la Plata, que maneja un presupuesto de $40.000 millones anuales.
Hay preocupación por la falta de avances en la investigación del asesinato de su padre…
Sí, es muy preocupante porque ya se han entregado todas las pruebas, se han agotado todos los procesos y se supone que hoy deberíamos tener una respuesta, pero no la hay.
Pero, ¿usted conserva la esperanza de que en algún momento se conozca la verdad de este caso?
Pues hay muchos rumores que dicen que nunca habrá una respuesta frente al homicidio de mi padre.
¿Será que las pruebas que han aportado ustedes no han sido contundentes?
Hay tres hechos que son contundentes. El primero es que mi papá tenía pruebas del comportamiento delictivo del Alcalde (Bartolo Valencia). El segundo es que, debido a eso, mi padre manifestó que el Alcalde lo había amenazado, por lo cual hizo una denuncia y le entregó a su abogado un documento firmado que decía que si algo le pasaba, ese señor sería el responsable. Y el tercero es que la última llamada que recibió mi padre antes de morir era de Bartolo. Uno no entiende por qué a pesar de todo eso, al Alcalde ni siquiera lo hayan llamado a una indagación por este caso.
Entonces, ¿a qué se debe tanto retraso en la investigación?
Hemos tenido varios abogados, los investigadores son cambiados constantemente y los que llegan no tienen acceso a la información, entonces se ha tenido que empezar de nuevo.
¿Usted qué cree que está pasando?
Me parece que están haciendo a un lado el caso. Con todas esas pruebas, debería haber por lo menos notificaciones. Además, hay muchas personas que inicialmente nos aportaban información sobre lo sucedido, pero poco a poco se han ido apartando de la investigación.
¿Cree que hay personas que están saboteando el proceso?
Hay muchas cosas raras, irregulares, hay muchos rumores de presiones sobre los jueces. Uno se pregunta por qué ni siquiera hay una indagación sobre todo lo que pasó.
¿Y qué dicen los abogados?
El último nos dijo: “lo siento, pero esto es todo lo que pude avanzar”, luego se retiró del caso. Lo que pasa es que esto es un tema político.
¿Esa falta de avances a quién ha favorecido?
Por ejemplo, uno no entiende cómo es posible que una de las personas que está implicada en la investigación, como el señor Hernán Sinisterra Valencia, pueda posesionarse como Representante a la Cámara. Con todo lo que hemos denunciado, él no podría asumir este cargo.
¿Teme por su vida y la de su familia?
Ha sido bien complicada la situación. Hemos recibido muchas amenazas e intimidaciones, incluso a la mayoría de mi familia le tocó irse del país.
¿Qué fue lo que pasó ese día en Cali, cuando su padre fue asesinado?
Gracias a Dios, mi padre tenía esa costumbre de informarnos su agenda, ese día nos dijo que se iba a reunir con dos intermediarios del Alcalde, para arreglar las diferencias.
¿A qué hora les contó eso?
En la mañana de ese día. Al mediodía, cuando vino a almorzar, nos dijo que todo se había arreglado, que él no iba a seguir más con esos procesos (el caso de la situación con la ESE Municipal). Dos horas después, el escolta llamó a avisarnos que lo habían herido.