“Cuando una parte del cuerpo se lastima las demás la sienten. Me duele lo que pasa con mi gente, donde paso veo miseria y atraso. Detalles callen, no queremos que nuestros pueblos callen. No queremos niños viviendo en la calle, démosle aposento, somos el ejemplo. Si los pecados se reflejaran en los rostros, nos veríamos como monstruos. Estando yo en cautiverio escuché los gritos de libertad, le dije: señor, la libertad y la paz nos une, nada la puede comprar, ni el dinero ni el diamante se puede comparar”.
Es solo un fragmento de ‘Libertad Desplazados’, una de las canciones de ‘Marcando Territorio’, un grupo de Buenaventura, que se presentó el martes pasado en el barrio Llano Verde, en el oriente de Cali, en el marco de la Semana por la Memoria.
‘Ángel’ fue uno de esos niños desplazados, desde los 8 años de edad le tocó salir de su casa, huir de un barrio del Puerto que prefiere no mencionar, pero en el que grupos armados ilegales sembraron el terror. A ‘Ángel’ le tocó dormir sobre un árbol, sobrevivir en las calles solo con pan, agua y panela.
La situación que un tiempo atrás vivió este joven artista no ha cesado: en Buenaventura siguen los desplazamientos, ocasionados por las bandas criminales de ‘la Empresa’ y ‘los Urabeños’, y hasta por las Farc.
Incluso, diferentes organizaciones de derechos humanos, nacionales e internacionales, hablan de 1.300 familias (unas 4.000 personas) víctimas de desplazamiento intraurbano en lo corrido de este año. También hablan de los 145 homicidios que iban este 2013, hasta hace unas semanas.
“Pero también hemos sido testigos de como nuestra gente ha sido extorsionada, amenazada, asesinada. El dolor es grande. Por eso decidimos no ser indiferentes ante el problema y aplicamos una fórmula: identificar cualquiera que sea ese problema y trabajar con música sobre ello para superarlo”, dice ‘Ángel’.
Y parece que, por lo menos para ellos, la fórmula sí está funcionando. La música ha permitido varios cambios.
Jaime Mina Valencia, integrante de ‘Marcando Territorio’, cuenta que desde el 2010, cuando se creó el grupo, puede ir de un barrio a otro sin estar pensando que está cruzando una de esas barreras invisibles que han marcado las bandas.
“Vivo en el barrio Alfonso López, de donde antes no podía salir a otras partes porque podía ser amenazado e incluso linchado. Hoy voy al Lleras, donde nos reunimos todos los de ‘Marcado Territorio’, sin ningún problema. La labor que está haciendo el grupo ya es reconocida”.
Ubaldino Cuero, uno de los más adultos del grupo, también da fe de esos cambios. “Llegué desplazado a la zona urbana de Buenaventura en el 2006, tras una masacre alrededor del río Cajambre”, dice.
“Antes la gente era amenazada por grupos armados ilegales. Era mejor perder lo que se tenía y salir corriendo antes de caer muerto. Pero las letras de ‘Marcando Territorio’ se han escuchado y por lo menos entre varios bonaverenses hoy nos estamos tratando como hermanos. Hoy el Puerto es más que esa violencia que sale en los medios, pero que otros no quieren ver. Por eso difundimos un mensaje: la indiferencia nos hace cómplices”, cuenta Ubaldino.
De paso por Cali
‘Marcando Territorio’ se creo en el 2010 luego de un festival de música urbana en Buenaventura. Desde ese tiempo, varios de los participantes decidieron unirse en un solo canto y derribar las fronteras invisibles que hay entre los barrios, entre las comunas de una ciudad azotada por la violencia, una ciudad olvidada.
Desde que se conformó el grupo pocas veces se habían podido presentar en otras ciudades diferentes a Buenaventura los 21 completos. Por eso esta semana, cuando estuvieron en Cali en la celebración de la VI Semana por la Memoria, se lucieron hasta más no poder.
El lunes pasado dieron un abrebocas de su show en la presentación del informe ¡Basta Ya! Colombia: memorias de guerra y dignidad.
El martes fue su gran concierto. Estuvieron en la zona comunal del barrio Llano Verde, en el oriente de Cali. Allí mostraron todo su repertorio: una propuesta artística de resistencia a través del arte urbano, la música, la danza y mensajes para reflexionar.
En medio de cada interpretación todos clamaron por la libertad, la paz, la igualdad, la felicidad. El público del oriente de Cali los apoyó. De alguna manera, ellos también llegaron a ese barrio desplazados de otros barrios, de otras ciudades.
Eran voces de personas que les duele Buenaventura, que les duele esa situación de violencia. Esa misma violencia que, por ejemplo, desde el martes pasado mantuvo sin energía a todo el Puerto por unos tres días, pues en un atentado con explosivos fue derribada una torre eléctrica.
‘Marcando Territorio’, sin saberlo, esa tarde en el oriente de la capital del Valle, con su música, pedía porque se acabara todo eso, porque no se siguieran repitiendo esas tragedias.
