«He llegado a la conclusión de que en Colombia la vulneración de los derechos humanos no es un efecto colateral sino que está en el núcleo del conflicto». El diputado del Partit dels Socialistes de Catalunya en el Congreso Jordi Pedret confesó ayer esa convicción en la presentación que hizo en las Cortes Valencianas del informe de la misión de parlamentarios y parlamentarias para la verificación de los derechos humanos en Colombia. Su colega, el senador Joan Josep Nuet, de Entesa Catalana-Esquerra Unida i Alternativa, comentó a su vez: «Hemos vuelto muy preocupados de la misión».
Fruto de un viaje realizado la última semana de enero a las ciudades de Bogotá, Cali y Medellín por siete parlamentarios de siete partidos (Aralar, CiU, ERC, EUiA, PSC, Izquierda Unida y Eivissa pel Canvi) y de cuatro Cámaras diferentes, el informe se ha centrado en tres aspectos: la situación de los defensores de los derechos humanos, la de los sindicalistas y la de las mujeres. La veracidad de las decenas y decenas de testimonios recogidos en su visita ha llevado a los integrantes de la misión a alertar de que las violaciones de los derechos humanos y las agresiones a la población civil son continuos por parte de todos los actores del conflicto: la policía y el ejército, la guerrilla y los paramilitares, con el trasfondo del narcotráfico que alimenta la violencia.
Al panorama de 4,5 millones de personas desplazadas por la violencia y las amenazas (los «señalamientos», los denominan en Colombia) y a los asesinatos de defensores de los derechos humanos (99 los cinco últimos años) y de sindicalistas (39 el año pasado), se suman los casos de «falsos positivos» (jóvenes asesinados que el ejército hace pasar como guerrilleros abatidos) y la victimización de las mujeres. Alèxia Guilera, portavoz de la Plataforma por la Paz y los Derechos Humanos en Colombia, señaló en este sentido, que si el año 2000 hubo 12.000 mujeres violentadas sexualmente, en 2008 la cifra ya era de 21.200. La opinión de Guilera es que los ocho años de gobierno de Álvaro Uribe que ahora concluyen, con su política de «seguridad democrática», han sido muy cuestionables.
Con la perspectiva de que en septiembre otra misión parlamentaria pueda viajar de nuevo a Colombia, donde ya habrá asumido la presidencia el recientemente elegido Juan Manuel Santos, los parlamentarios, que tuvieron como anfitriona a la diputada de Esquerra Unida Marina Albiol, mantuvieron una reunión con ella y con diputadas del resto de grupos de las Cortes: Clara Tirado, del PSPV-PSOE; Mònica Oltra, de Compromís, y Verònica Marcos, del PP. La presencia de la diputada popular tenía una significación especial, dado que su partido declinó formar parte de la misión a Colombia. Las parlamentarias acogieron con interés el informe y plantearon la posibilidad de trasladar su contenido a dos comisiones no legislativas de la Cámara valenciana, la de Derechos Humanos y Tercer Mundo y la de Mujer y Políticas de Igualdad.