REDACCIÓN EL PAÍS. “Mientras siga el invierno afectando la cuenca del río Escalerete, única fuente del acueducto de Buenaventura y que en estos momentos se encuentra afectado por el deslizamiento de la montaña que con las lluvias se lava y enloda el río, todos debemos hacer un uso racional del agua».
Así lo indicó Gustavo Adolfo Duque Mora, gerente de Hidropacífico, el operador del servicio en el puerto, quién dio respuestas a los reclamos que se vienen dando por los cortes en la prestación del mismo.
El funcionario explicó que el sistema de acueducto de Buenaventura funciona por gravedad y a través de tres conducciones (16, 20 y 39 pulgadas) se surte a la ciudad.
No obstante, las tuberías de 16 y 20 pulgadas son en hierro fundido, ya cumplieron su vida útil y su mal estado, solo permiten que el servicio se normalice a las 72 horas, luego de una suspensión.
Los vecinos del barrio Bellavista bloqueraron la vía en protesta por las pocas horas de agua que está llegando a sus hogares.
Como se conoce desde el pasado 19 de octubre, se evidenció el desprendimiento de una gran parte de la montaña, en un área aproximada a los 9.000 metros cuadrados, gracias a la colaboración de la Armada Nacional que facilitó el sobrevuelo y que permitió observar esta falla natural desde el aire.
Días después, los guardabosques encargados de velar por la conservación de la reserva de los ríos Escalerete y San Cipriano, pudieron llegar hasta el lugar, a unos 3.5 kilómetros aguas arriba de la planta de tratamiento del acueducto y traer las medidas, fotos y videos que están siendo analizados por expertos de la CVC para definir las acciones correctivas pertinentes.
Entre tanto y por la magnitud del deslizamiento, que fue medido en 150 metros de altura por 60 metros de ancho, se afectará la prestación del servicio de agua potable, ante el crudo invierno que cae sobre la zona del derrumbe y Los Farallones.