la Calle Mosquera con Avenida Férrea, pleno centro del puerto nariñense de Tumaco.
La onda explosiva afectó gran parte de la infraestructura del comando policial, algunos locales comerciales y varias viviendas ubicadas en inmediaciones de la Calle Mosquera con Avenida Férrea.
Otra de las edificaciones afectadas fue el Palacio de Justicia, el cual está ubicado a pocos metros del lugar del atentado.
Caos y destrucción
Fueron momentos de verdadero pánico los que vivieron los tumaqueños, quienes en cuestión de segundos vieron como gran parte del centro de la ciudad quedaba en ruinas.
Los cuerpos sin vida de algunos transeúntes y de dos uniformados quedaron en medio de los escombros. Las personas que lograron salvar su vida, en medio de la nube de humo y las llamas lograron evacuar a algunos heridos que en su mayoría eran patrulleros de la Policía y personas civiles que transitaban por el lugar.
En carros particulares y ambulancias las personas heridas fueron trasladadas hasta la unidad de urgencias del Hospital San Andrés y el Centro Hospital Divino Niño del puerto de Tumaco. Por la complejidad de las heridas algunos de los patrulleros y personas civiles fueron evacuados vía aérea hasta hospitales de Cali y la capital de la República.
La carga explosiva fue colocada en una motocicleta que los terroristas dejaron abandonada frente a las instalaciones policiales. El sitio quedó convertido en una montaña de escombros. Por efectos de la onda explosiva algunos de los vehículos que transitaban por el sector fueron lanzados varios metros y estrellados contra las paredes de algunas viviendas, varios de ellos se incineraron.
Acordonan la zona
Minutos más tarde de ocurrido el atentado, miembros de la Infantería de Marina acordonaron la zona para evitar la presencia de saqueadores, mientras tanto personal antiexplosivos del Ejército y la Policía trataban de buscar cargas dinamiteras que pudieron haber sido abandonadas en la zona. En el sitio del atentado únicamente se permitió el ingreso de las ambulancias, el cuerpo de bomberos y los investigadores.
Escenas de dolor
Verdaderos dramas humanos se vivieron durante la tarde de ayer por parte de los familiares de las personas que perdieron la vida, quienes voz en cuello clamaban justicia.
En medio de las dantescas escenas varios de los uniformados que resultaron ilesos lloraron al ver que dos de sus compañeros con quienes minutos antes habían compartido el almuerzo, se encontraban muertos.
Las directivas de salud en Tumaco manifestaron que requieren con urgencia medicamentos y sangre, porque en los dos centros asistenciales existentes de la localidad se agotaron las existencias.