Las informaciones en los últimos meses son preocupantes. Señalemos las más relevantes:
- Reclutamiento de menores como informantes y cobradores de “vacunas”
- Ataques y enfrentamientos en las calles y surgimiento de un nuevo grupo paramilitar autodenominado “Guapi moribundo”.
- Control de barrios por parte de paramilitares autodenominados Los Rastrojos y Águilas Negras y por guerrilla de las FARC
- Circulación de panfletos amenazantes haciendo apología a la violencia
- Desplazamiento interbarrial y hacia otros municipios de personas amenazadas y temerosas
- Confinamiento en los barrios por parte de los grupos armados. Ocupación de las viviendas de las personas desplazadas.
- Asesinatos de civiles, descuartizamientos y desapariciones.
- Tráfico de drogas
Estos hechos se están presentando en el área urbana que no supera los 14 mil habitantes, de los 32 mil del total del municipio. Sin embargo, en Guapi opera el Batallón Fluvial de Infantería de Marina No. 10, un cuartel de policía de 23 agentes policiales, servicios de inteligencia y la Fiscalía. Los sitios de acceso al municipio son limitados, o por el río Guapi o por avión, vías éstas controladas por la fuerza pública. ¿En estas condiciones, cómo llegaron más de 100 personas armadas autodenominadas Águilas Negras (al parecer para reforzar al grupo de Los Rastrojos), el día 12 de octubre de 2011 al área urbana de Guapi como fue denunciado?
Esta situación pone en evidencia una actitud negligente y de omisión por parte del Estado, en especial de las fuerzas armadas, institución encargada del orden público. La indefensión en que hoy se encuentran los pobladores, que va desde el miedo a ser asesinados, desaparecidos o desplazados hasta la indiferencia del gobierno, es lo que debe convocarnos hoy a exigir del Estado la protección del derecho a la vida y al territorio de los habitantes de Guapi, en su mayoría afrocolombianos.
Convocamos la solidaridad con el pueblo guapireño, con la Iglesia católica, con las organizaciones étnico territoriales y sociales, con los estudiantes, con los enfermos, con las mujeres, con los niños y niñas, para que la Procuraduría y demás organismos de control, investiguen a las instituciones que han omitido y permitido el escalonamiento del conflicto armado y el narcotráfico en esta localidad. A la Defensoría del Pueblo que emita una alerta temprana tendiente a la protección de estos ciudadanos. A los organismos de Naciones Unidas para que usen sus buenos oficios ante el gobierno nacional para alertar y buscar soluciones a esta preocupante situación.
Para mayor información sobre las acciones armadas ver: http://www.pacificocolombia.org/novedades/enfrentamientos-armados-casco-urbano-guapi-reclutamiento-menores/533