Comunicaciones CIVP/
La manera en que las comunidades étnicas establecen lazos y vínculos con su entorno natural constituye en sí misma en un acerbo de tradiciones, modos de vida, creencias y prácticas ancestrales que acaban por definir las costumbres de los pueblos del Pacífico. Tras un largo proceso de colonización que implicó su exterminio y esclavización, el devenir histórico llevó a que los pueblos indígenas y afros se asentaran definitivamente en las tierras del litoral adaptándose a los requerimientos de un entorno exuberante que, no obstante, está lleno de condiciones climáticas y geográficas difíciles para la supervivencia humana.
Fue en ese proceso en el que los pueblos étnicos desarrollaron formas de habitar aquel entorno sin destruirlo. Esa interrelación entre territorio y tradición, entre naturaleza y cultura, es la que configura la identidad étnica, un patrimonio de riqueza invaluable compuesto por prácticas ancestrales, técnicas de producción, formas de movilidad o patrones de poblamiento, que han sido gravemente amenazadas por el conflicto armado y los factores de daño asociados con él, factores que operan como agentes perturbadores de aquel equilibrio que existía entre las comunidades y sus territorios.
En la Comisión Interétnica de la Verdad del Pacífico queremos estudiar y documentar cómo las lógicas del conflicto armado terminaron afectando gravemente los usos que las comunidades daban a su territorio. Esto incluye el cambio de prácticas agrícolas, pero también la limitación y el cambio en la manera como se da el acceso a recursos como la pesca, la madera o los minerales del subsuelo, acceso que fue trastocado completamente por los actores foráneos que llegaron en el marco del conflicto. Es sobre esta hipótesis que hablamos de daños en el uso que las comunidades hacían de sus territorios.